“Yo no miro la edad. Veo otros aspectos. Cristiano Ronaldo tiene una gran oportunidad para ayudar al equipo y trasladar su experiencia al resto de jugadores de la convocatoria”, fueron las palabras con las que Roberto Martínez cerró la puerta a quienes pensaban que la era CR7 se encontraba terminada al frente de una Portugal donde el delantero puede seguir haciendo historia en las próximas horas. El récord, a un minuto de conseguirse.
Qatar 2022 supuso un duro golpe para el atacante que a sus 38 años disfruta ahora del glamour de Arabi Saudita, de los millones del Al-Nassr y de una tranquilidad lejos del fútbol europeo que de momento no marcará su final en el combinado con el que conquistase la Euro del 2016 y la UEFA Nations League del 2019. Cristiano se alista para un nuevo reto que comienza mañana ante Liechtenstein en el José Alvarade que le vio nacer como jugador.
El máximo anotador en la historia de este juego, del mundo de las selecciones y por supuesto de Portugal, se prepara por estas horas para comenzar el camino rumbo a la Eurocopa de Alemania del 2024 con un primer gran reto por delante. Uno que parecía inalcanzable para el resto de los jugadores de su generación y que CR7 tiene a solo un minuto que le entregue Roberto Martínez mañana desde las 20:45 hora local.
Reescribiendo la historia
Los 118 goles de CR7 con la Seleção se han dado en 196 encuentros que igualan ahora mismo a Ronaldo con el delantero de Kuwait Bader Al-Mutawa como los jugadores con más partidos oficiales en el mundo de las selecciones. A sus 38 años y en una doble fecha donde medirá fuerzas con Liechtenstein y Luxemburgo, se cruzan los dedos en Portugal para que Cristiano pueda anotarse un nuevo récord de élite que muchos pensaban que se había perdido tras la eliminación de los luso en Qatar.
Todo empezó un 20 de agosto del 2003 para un CR7 que en caso de solo saltar al césped en los 180 minutos que se vienen por delante, será oficialmente el jugador con más goles y presencias en el mundo de las selecciones internacionales. Roberto Martínez tiene en su mano un mimo al delantero que reescribiese la historia moderna de Portugal y que en unas horas puede volver a ser inmortal.
