Hace un tiempo la Municipalidad de Milán pensó, con estadio nuevo incluido, en rediseñar la zona del barrio de San Siro en donde se encuentra ubicado el Estadio Giuseppe Meazza, en función de centralizar gran parte del área deportiva y recreativa de la ciudad, idea que tanto al Inter de Milán como al AC Milan, en primera instancia, les sedujo, puesto que tal moción motiva a modernizarse en pos de encontrar mayores recursos, aspecto en el que el escenario actual los limita.
Sin embargo, el punto de unión para avanzar no viene siendo fácil de encontrar. Por eso, el Rossonero tiene tres alternativas, dos de ellas para construir el estadio propio. La primera es el nuevo San Siro que compartiría con su clásico rival, la segunda trasladarse a la zona de Sesto San Giovanni (localidad aledaña al norte de Milán) en donde también está la chance de edificar en conjunto y la tercera sería erigir su nueva casa en el Municipio de Rozzano, al sur de la ciudad.
En ese contexto, la directiva del AC Milan está presionando a sus pares del Inter porque quieren una definición a más tardar en abril. En caso de que no se alineen, cada uno tendría su propio sitio en donde jugar los partidos como local. De hecho, por primera vez en la historia se daría el Derby della Madonnina con parcialidad local y visitante.
Es más, ya en el plano de las especulaciones de los medios de comunicación, si el Milan decide en las próximas semanas y realmente se mueve para construir algo netamente suyo, ya sea en Sesto San Giovanni o en Rozzano, el Inter tendría la opción de quedarse con el Giuseppe Mezza y/o de ir por las obras del estadio nuevo, pero claro, los costos ya no serían dividido dos, sino que tendrían que afrontarlos el grupo chino Suning (dueños de 70% del club) en soledad.
Las exigencias del Nuevo Estadio San Siro
La Municipalidad de Milán, dueña del Giuseppe Meazza, a fines de diciembre del 2022 determinó como requisitos insoslayables para el nuevo San Siro, que el aforo sea de un mínimo de 70 mil localidades y que las zonas verdes constituyan el 50% del total del área en el que se reubicaría la cancha. Además, dentro de las exigencias, de momento tanto para el Inter como para el Milan, es que se inviertan al menos 40 millones de euros para las reformas del distrito.
