El fútbol argentino es tan pasional que es difícil encontrar puntos en común entre hinchas de distintos equipos. Probablemente, en cuestiones de juego, en debatir sobre una jugada o un gol mal anulado, un hincha de River y uno de Boca nunca se pongan de acuerdo. El despropósito dirigencial de la AFA logró lo imposible: unir a los hinchas casi de manera unánime para exigir que se termine con la impunidad.
Este jueves, sin anuncio previo, una comitiva de Rosario Central, que incluía a Gonzalo Belloso -dirigente amigo de la casa madre del fútbol argentino-, Ángel Di María y Jorge Broun, ingresó a la AFA y luego de la reunión del Comité Ejecutivo salieron con un trofeo y el mundo se enteró que el Canalla se consagró campeón de Liga.
Rosario Central fue el mejor equipo del año, lideró con comodidad la tabla anual y probablemente merezca un reconocimiento, pero decretarlo campeón no tiene sentido, especialmente porque nunca se había anunciado previamente. Da la impresión que se haber sido un equipo sin relación estrecha con el poder, la decisión no hubiese sido la misma y eso es lo que generó la bronca de los hinchas de prácticamente todos los equipo.
No es la primera vez que la AFA hace modificaciones de las normas en plena competencia. En reiteradas oportunidades se anularon descensos, especialmente cuando clubes históricos y convocantes estaban en la zona baja. Claudio Tapia y la AFA debe entender que no se pueden cambiar las reglas del juego a mitad de camino. No solamente le resta seriedad al fútbol argentino sino que además invita a sospechar.
La AFA está sospechada
En la época de Julio Grondona, siempre estuvo bajo la lupa Arsenal de Sarandí. Don Julio había fundado al conjunto de Sarandí, el estadio lleva su nombre y logró escalar hasta llegar a Primera División, donde fue campeón en el Clausura 2012, anteriormente había ganado la Copa Sudamericana en 2007. Lo llamativo es que una vez que falleció Grondona, el Arse perdió la categoría y no volvió a pelear por nada importante.
Paralelismos claros se pueden observar con Barracas Central, club histórico del fútbol argentino que hacía décadas jugaba en el Ascenso. Tapia -confeso hincha de Boca- fue presidente del Guapo y, casualidad o no, el elenco del Sur de la Ciudad de Buenos Aires escaló hasta Primera División, también -al igual que Julio Grondona- el estadio de Barracas Central lleva el nombre del presidente de la AFA.
No es que Barracas Central no pueda ganarse meritoriamente llegar a Primera División, lo que siempre llamó la atención fue lo rápido que lo logró desde que Claudio Tapia encontró un lugar de poder en la AFA y también muchos arbitrajes polémicos, situación que se mantiene hasta los días que corren y hacen cada vez irritar más a los hinchas de otros equipos.
¿Cómo hizo su poder Tapia?
Claudio Tapia estuvo en el lugar indicado, en el momento indicado. Tras la muerte de Grondona, la AFA fue un descalabro dirigencial. Presidentes ineptos, una Comisión Normalizadora, una votación que salió 38 a 38 (con 75 votantes) y una Selección Argentina totalmente abandonada.
Los jugadores pusieron el grito en el cielo por la falta de organización y Claudio Tapia estuvo allí para poner la cara. Fue el dirigente que solucionó algunos problemas, se ganó la confianza de los líderes de la Selección, mientras internamente cocinaba su poder con los clubes del Ascenso y también el aval de algunos dirigentes de clubes como Boca e Independiente.
Así fue que Claudio Tapia llegó a ser presidente de la AFA y tuvo algunos aciertos importantes, uno de ellos fue apostar por Lionel Scaloni y sostenerlo. Por otro lado, fortaleció su vínculo con los referentes de la Selección Argentina y eso lo canalizó muy bien en sus redes sociales, a tal punto que su clásica foto tomando mate con Messi y De Paul se convirtió en cábala.
Campeones del mundo
Pasaron 36 años para que la Selección Argentina vuelva a ganar un Mundial. Tapia estuvo al pie del cañón e inclusive en la entrega de premios no pudo ocultar su excitación. Los jugadores lo hicieron parte de los festejos e inclusive levantó la Copa del Mundo como uno más.
Su poder se construyó con la Selección Argentina y allí es donde más cómodo se siente, pero todo cambia cuando se trata de la organización del fútbol argentino. De hecho, cada vez son más las voces que empiezan a coincidir con que haber sido campeón del mundo no puede ser el precio que hay que pagar para tolerar ciertos manejos.
Un torneo inaceptable
Desde la AFA muchas veces se saca chapa y se vende a la liga doméstica como la de los campeones del mundo, pero la realidad es que el fútbol argentino es probablemente uno de los menos emotivos del mundo. Que haya treinta equipos en Primera División, torneos con dos zonas, fechas interzonales y sistema de playoffs hace que se haga difícil que sea atractiva.
Altaneros e irrespetuosos
Hasta hace no mucho, Claudio Tapia mantenía un perfil bajo en sus redes sociales, al menos en lo que respectaba a las polémicas. Eso fue cambiando a medida que comenzó a recibir críticas. Recientemente, Javier Tebas -Presidente de LaLiga de España- cuestionó al fútbol argentino y el mismísimo Tapia, desde su cuenta personal, le respondió con un grado de altanería impropio de quien debe mantener cierta compostura por el rol que ocupa.
Pero en esta materia, quien más desacatado está es Pablo Toviggino, el tesorero de la AFA. Son incontables las situaciones en las que, desde su cuenta personal de X, escribe barbaridades contra dirigentes del fútbol argentino, entre sus contendientes preferidos está Juan Sebastián Verón, a quien irrespetuosamente llama “Sir”, en clara alusión a la histórica cargada que se le hace a la Brujita -en las tribunas- tratándolo de inglés por su flojo partido ante Inglaterra en el Mundial 2002.
La AFA debe escuchar a los hinchas
Así como los clubes son de los socios -y así debe seguir siendo-, la AFA debe entender que el fútbol argentino también es de los hinchas. Hay una clara posición dominante que indica que la inmensa mayoría de los hinchas quiere un liga similar al Brasileirao: 20 equipos, dos rondas de todos contra todos, los mejores van a las copas internacionales del año siguiente y los últimos descienden. La AFA hace oídos sordos ante ese pedido, le conviene que haya más equipos y que el negocio sea más grande, en contraposición la liga es cada vez peor y menos atractiva.
Claudio Tapia es presidente de la AFA desde 2017, en su gestión hubo aciertos -principalmente vinculados con la Selección Argentina- y también muchos errores, uno de los más importantes fue dejar de escuchar la voz del hincha y enfrascarse en un modelo similar al de Grondona. Los dirigentes también son responsables y cómplices de esto, no puede ser que la casa madre del fútbol argentino no tenga una voz opositora fuerte ante determinadas situaciones, pero a su vez es comprensible, el que se queja tiene miedo de sufrir consecuencias deportivas. Qatar 2022 se celebró como nunca en un país que no la pasaba bien, pero que el hecho de haber salido campeones del mundo no sea tan caro.
