La causa contra Sebastián Villa avanza y ya fue caratulada como “abuso sexual agravado con acceso carnal”. El futbolista se enfrentará una vez más a una etapa judicial que nuevamente pone en riesgo su situación en Boca. Por el momento, la postura del club fue respetar el lugar del delantero dentro del plantel y eso trajo consecuencias internas.
Públicamente, el Xeneize dio solo dos declaraciones. La primera fue el comunicado, donde los dirigentes se pusieron a disposición. La otra fue la frase de Juan Román Riquelme, el vicepresidente: “Como profesional me saco el sombrero. Luego lo que pasa fuera de la cancha es otro tema”. Pero eso molestó a una figura importante de la institución.
Según informó el Diario Olé, “Durante buena parte del jueves, la vicepresidenta de Boca, Adriana Bravo, quien asumió en ese cargo hace apenas dos meses, evaluó seriamente la posibilidad de renunciar, en desacuerdo por la forma en la que el club está tratando el tema“. “Sin embargo, tras varias reuniones, en principio la habrían convencido para que siga”, agregaron.
“La dirigencia xeneize, encabezada por el presidente Jorge Ameal, buscó convencerla de que reconsidere su postura, conscientes de que eso podría generar una gran crisis institucional. Algo que finalmente habría conseguido. De todas maneras, es una situación que sigue latente”, explicaron.
Bravo comenzó siendo la presidente del Departamento de Inclusión e Igualdad de Boca e impusló el famoso Protocolo de Actuación ante Casos de Violencia en Razón de Género, Identidad de Género y/u Orientación Sexual. La decisión de Boca de saludar a Villa por su cumpleaños pareció molestarle y amenazó con irse, pero por ahora seguirá.