La lealtad se puede definir como un sentimiento de respeto y fidelidad a los propios principios morales, a los compromisos establecidos o hacia alguien. En este caso en concreto, hacia algo también, ya que la lealtad de Darío Benedettoa Boca es más que notable.
El Pipa regresó al club de sus amores tras dos años y medio de estadía en Europa y volvió resignando mucho dinero, así como también empujando mucho para que su vuelta sea un éxito, demostrando así su lealtad al club, algo que también trajo impregnado en su piel al tatuarse esa frase que lo relaciona con Boca en su cabeza.
Primero yéndose al Olympique de Marsella y luego al Elche, club del cual terminó arribando al Xeneize para su segundo ciclo. Él mismo había afirmado que Riquelme lo llamó en junio de 2021 para seducirlo con un posible regreso hace poco más de seis meses pero Benedetto quería probar la experiencia de la Liga de España en el Franjiverdey por eso se postergó la vuelta a Boca, la cual se concretó este último mercado de pases.
Justamente con ésta posibilidad latente de retornar a Boca es que llegó Benedetto al Elche, y esta tarde su representante Christian Bragarnik, quien también es el propietario del club de Alicante, manifestó en Equipo F en ESPN que el Pipa arribó al Elche pensando ya en su regreso al Xeneize.
“Me parece que vino con la cabeza en Boca”, fue lo que dijo puntualmente Bragarnik sobre este caso mientras sonreía cómplicemente en ESPN, donde también afirmó que finalmente la operación se dio a cambio de un millón y medio de euros que puso el Xeneize para que el Pipa vuelva a ponerse la 9 azul y oro. Sin dudas, lo de Benedetto con Boca es sinónimo de lealtad.