Después de lo que fue la paupérrima actuación de Boca en Córdoba, donde terminó cayendo por 2-1 frente a Talleres, los hinchas criticaron con muchísimo fervor a las decisiones que tomó Hugo Ibarra durante los 90 minutos. Pero con el correr de los días, la impaciencia mermó.
Así fue que de a poco, los ánimos se calmaron. El entrenador confirmó en una rueda de prensa que haría modificaciones para recibir a Platense, ya que había futbolistas suspendidos y también quienes no convencieron desde el rendimiento, pero cuando llegó la penúltima práctica de fútbol, definió a quiénes irán desde el inicio. Y no se vieron tantos cambios como prometió.
Los jugadores que estaban en la mira de los hinchas eran Luis Advíncula y Guillermo Fernández, además de Frank Fabra y Juan Ramírez. Como ya estaba confirmado que Nicolás Orsini no iba a jugar por un desgarro, desde la fanaticada boquense no hicieron tanto foco en el ataque. Pero el ex Lanús también era uno de los apuntados.
A la hora de realizar el ensayo táctico, Ibarra determinó que el lateral peruano se mantuviera en el equipo, como así también el ex mediocampista de Racing y Godoy Cruz. En cuanto al lateral izquierdo, habitualmente ocupado por Fabra, ahora será de Agustín Sández. Pero los reclamos desde las tribunas volvieron a hacerse oír.
Para el entrenador de Boca, la mejor opción para el encuentro de este domingo en La Bombonera, es alinear con Sergio Romero; Advíncula, Bruno Valdez, Nicolás Figal, Sández; Pol Fernández, Alan Varela, Ezequiel Fernández; Óscar Romero; Luca Langoni y Miguel Merentiel. Sin embargo, a los hinchas no los convence. ¿Podrán revertir la situación?