El mercado de pases de Boca no está siendo para nada bueno. Para enumerar las bajas, fueron 8 por ahora: Mauro Zarate, Carlos Tevez, Nicolás Capaldo, Esteban Andrada, Emmanuel Más, Leonardo Jara, Franco Soldano y Julio Buffarini. En su mayoría, eran jugadores titulares o por lo menos, recurrentes ingresantes desde el banco de suplentes.

A los ocho que se fueron, los reemplazaron por ahora cuatro jugadores desde otros equipos. Norberto Briasco y Esteban Rolón desde Huracán, Nicolás Orsini desde Lanús y regresó Marcelo Weigandt de su préstamo en Gimnasia de La Plata.

A priori, parece un mercado de pases negativo en cantidad y en calidad para los dirigidos por Miguel Ángel Russo. El plantel sigue desequilibrado y perdieron estandartes en cada posición. Y sobre todo, las posiciones flojas siguen con escacez de refuerzos, ya que tanto para el delantero centro como en los laterales carecen de opciones.

Uno de los puestos más firmes es la defensa central, donde cuentan con cuatro jugadores de jerarquía como Izquierdoz, Marcos Rojo, Lisandro López y Carlos Zambrano. Sin embargo, "Lichi" López podría estar cerca de emigrar. Al haber perdido el puesto de titular en la consideración de Russo por Marcos Rojo, López no vería con malos ojos partir de Boca rumbo a un equipo donde pueda tener minutos de arranque, siendo el fútbol árabe un posible destino.

Y para peor, los refuerzos pretendidos no llegan. Se confirmó hoy que lo de Franco Di Santo se cayó y el jugador se quedará en San Lorenzo, y Luis Advíncula se presentó a entrenar en el Rayo Vallecano, por lo que su llegada se demoró. Lo de Roger Martínez aún está lejano en lo económico. Así que, lo de Boca este mercado no está siendo lo esperado.