Boca se lució. Pero también goleó y gritó campeón. El 3-0 sobre Tigre, en Córdoba, fue una aplanadora por parte de los comandados por Sebastián Battaglia y le dieron una gran alegría a los hinchas que viajaron hasta la provincia de Córdoba para decir presentes en el estadio Mario Alberto Kempes.

Después del cabezazo de Luis Vázquez, con el que se sentenció el resultado, todos los fanáticos comenzaron a celebrar la obtención de la estrella 72 para el club de La Ribera. Y quien también entonó algunas estrofas fue el vicepresidente, Juan Román Riquelme.

En cada rincón del ex Chateau Carreras, el cántico era uno solo: "Yo soy de Boca, es un sentimiento, no puedo parar". Y el ex capitán boquense no quiso quedarse sin celebrar, ya que estaba muy contento por lo que se estaba consiguiendo, además de que, en cada oportunidad que tiene, ratifica su amor por la institución de La Ribera.