“Dicen que la mejor forma de dejar atrás el pasado es comenzar de nuevo. Como las serpientes que cambian su piel o el halcón que muda sus plumas. El fútbol ha sido parte de mi vida desde chico y me ha dado todo. Sus luces y sus sombras. Después de tantos años en la cancha es hora de cambiar de piel. El fútbol ha terminado, pero a mi vida todavía le queda un segundo tiempo”.
La frase le cabe a cualquier futbolista. Más bien, a cualquier deportista. La vida detrás de una pelota, de un volante, corriendo o nadando se termina rápido. Muy rápido, cuando todavía queda un largo camino por recorrer. A muchos les cuesta encontrar el rumbo, es un gran desafío en ese momento. Fernando Pellegrino ya se presenta como “Ex-futbolista profesional” en su cuenta de Instagram. Y agrega: “Guitarrista”.
“Todos los que me conocen saben de mi gran pasión por la música, la guitarra y el rock and roll. Esto es un sentimiento tan grande y tan poderoso que necesita salir de alguna forma de adentro mío. Iniciaré mi carrera como músico con la salida de mi primer álbum y una gira por diferentes ciudades. Soy el Flaco. Como me conocieron, como me conocen y como me conocerán”, completa su catarsis en el video donde anunció formalmente una nueva etapa a los 38, dos años y medio después de haberse sacado los guantes en el CD Tudelano, un club del ascenso español.
Nació el 31 de marzo de 1986 y su gran altura lo destinó al arco. Las fichas estadísticas dirán que hizo las Inferiores en River, compartiendo categoría 86 con Augusto Fernández y Radamel Falcao García. Llegó hasta la Reserva, pero la presencia de otros arqueros del club como Franco Costanzo, Germán Lux y Juan Pablo Carrizo, y los que llegaban de afuera (Juan Carlos Olave, Bernardo Leyenda, Juan Ojeda) no le permitió dar el salto. Supo que tenía que abrirse camino por otros lados y así empezó una carrera con muchos cambios de escudo en su buzo.
De Núñez se fue libre y estuvo un año, el 2008, en Italia. Había firmado con Salernitana y fue a préstamo al Cassino. Pegó la vuelta y pasó por Instituto, Ferro, Gimnasia hasta que llegó a Atlanta para la temporada 2011/2012 de la B Nacional. “Atlanta es un club que quiero muchísimo porque hasta ahí venía cambiando todos los años porque no quería ser suplente. Y ahí pude empezar a atajar”, le cuenta Pellegrino a BOLAVIP y sigue: “Hasta que no jugué un torneo entero siempre dudaba si yo iba a poder vivir del fútbol. Había estado en River, había llegado hasta Reserva, pero nunca había jugado hasta que se dio lo de Atlanta. En ese momento agarré confianza y me dije ‘estoy para jugar'”.

La categoría 86 de River en un torneo en Berlín. El Flaco sobresale por altura. De izquierda a derecha, el tercero de arriba es Falcao y abajo del colombiano aparece Augusto Fernández (Foto: Instagram @ferpellegrino)
Su recorrido siguió en Defensa y Justicia (consiguió el ascenso a Primera en 2014), Banfield, Arsenal, Sarmiento, Huracán y Mitre de Santiago del Estero hasta que volvió a cruzar el Atlántico de la mano de un grupo argentino que gerenció Tudelano. Atajó hasta que se dio cuenta que le pesaban los entrenamientos. Y fue entonces cuando decidió dejar de atajar de manera profesional y también optó por quedarse a vivir en España con su familia.
Se sumó por unos meses a la gestión del Badajoz, aquel club que se hizo famoso en Argentina a fines de los 90 porque lo había comprado Marcelo Tinelli, y luego comenzó a trabajar para el Osasuna, preparando arqueros juveniles en distintos clubes de la zona que son filiales del equipo de Pamplona. Sin embargo, la guitarra lo acompaña desde muy chico. Siempre estuvo a la par de los guantes y la pelota. “Yo subía una foto o un video con la guitarra en mis redes sociales y al otro día tenía que ser Superman, tenía que ser Buffón y Casillas juntos porque al primer gol que me hacían me empezaban a gritar. ‘Dejá la guitarra, hijo de puta. Estás boludeando'”, recuerda el arquero.
Ahora decidió dar un paso más y lanzarse con una banda compuesta por músicos españoles: Flaco Pellegrino y The Choclos. “Tudela, la ciudad donde vivo es la capital de la verdura de España. Entonces les dije a los chicos que ellos eligieran un nombre para acoplar al mío”, cuenta entre risas. Este domingo 12 de enero se publicó el primer tema, Joven o Viejo, de un disco que se llamará Réquiem de Gloria y Olvido. Puro rock and roll, donde cada canción tendrá que ver con lo que rodea la vida de un futbolistas profesional: los representantes, los excesos, la presión, la familia…
-Pasaste por 14 clubes en total. ¿Qué balance hacés de tu carrera?
-Fueron años largos que me han dejado muchas experiencias, muchas historias… Anécdotas divertidas, otras no tanto. El fútbol me dejó amigos, vivencias, conocer gente. A veces hay jugadores que dicen “a mí el fútbol me dio todo”. No, no, el fútbol no te dio nada: la gente que te cruzaste en el fútbol te dio todo. Los formadores que tuviste, los entrenadores que tuviste, los preparadores físicos, la gente que te rodeó, fueron quienes te dieron respeto, confianza. No es el deporte profesional en sí el que te da valores y el que te forma, son los formadores, que después muchas veces no se los reconoce. Hoy, estando de afuera, le doy más importancia a capacitarte para formar a alguien en un club.
-¿Es difícil formar arqueros juveniles?
-Con el tiempo me fui dando cuenta de la gente que estaba preparada para hacerlo y la que no. Ahora que me está tocando ser formador ahí en Osasuna notás la importancia de tener buenos formadores, entrenadores capacitados. No es fácil, podés hacer mucho daño si vos no lo sabés hacer. Yo he visto entrenadores de Primera hacer llorar a un jugador de 30 y pico de años que tenía 500 partidos por no saber manejarlo, por maltratarlo, por faltar respeto. Entonces, imaginate hablar con los chicos. Hay que prepararse.
-¿Cuándo empezaste a escribir tus canciones?
-Algunas, hace tiempo, pero la gran mayoría se fueron dando después de dejar de jugar. Todos los días, dejaba a mis hijos en el colegio y me sentaba con la guitarra en esas horas libres que son oro puro y ahí empecé a acomodar las canciones. Yo nunca entendía cuando escuchaba a algún músico o artista que decía “de repente me bajó la inspiración”. Bueno, esto fue así, literal. En un mes hice seis canciones completas. Las letras me caían y las iba acomodando. Fue realmente así, un momento en que me empezó a caer la inspiración. Pero era un problema hacer todo solo.
-¿Por qué?
-Porque para uno todo está bien, todo está bueno. Pero cuando después hablás con un productor o con otro músico y te dicen “ah, esto por ahí no queda tan bien”. Ahí se mete un poco el ego del futbolista y pensás “no me toqués eso, la mejor parte no me la saqués que está buenísima”.
-La guitarra te acompañó siempre, no es algo que surgió después del retiro.
-Sí, fue de siempre. Yo me considero más guitarrista, tocaba desde chico. Y me fui perfeccionando porque jugando al fútbol tenés tiempo. Después depende de vos a qué se lo dedicás. Si quieres jugar a Play, si quieres estudiar… Y yo toqué la guitarra. El problema que me encontré es que cuando jugaba yo tenía la posibilidad de comprarme la guitarra que quería. Ahora me pasa al revés. Antes no me compraba la mejor guitarra porque decía “no voy a gastar tanta plata ahora que no estoy tocando mucho”. Y hoy que me estoy dedicando a la música, si me tengo que gastar 5.000 dólares en una guitarra, mi señora me pega con un palo en la cabeza, ja.

Ricardo Villalba, Fernando Pellegrino, Pablo Frontini, Jesús Méndez, Ricardo Rojas y Nicolás Domingo (arriba). Federico Almerares, Diego Bogado, Gonzalo Higuaín, Matías Abelairas y Jerónimo Morales Neumann (abajo), en la Reserva de River. (Foto: Instagram @ferpellegrino)
-¿El gusto por la música fue herencia familiar, por amigos o simplemente porque te gustaba?
-Por mi hermano, que empezó con su banda en el barrio y yo lo acompañaba como el hermano menor. Después él terminó dejando y yo seguí. Pero yo no podía hacerme una banda estable mientras jugaba al fútbol porque no podés decir “che, vamos a tocar cuando yo pueda”. Me pasó cuando me metí en la banda de mi hermano que teníamos que tocar, me cambiaron el día del partido y ahí me di cuenta de que el fútbol y la música no iban de la mano en ese momento. Pero cuando te retirás, cambia. Por eso ves a varios jugadores dedicados a la música: el caso de Dani Osvaldo, el Flaco Antonio, Dubarbier también…
-El Flaco Antonio, que armó la banda Francia 98, decía “el fútbol es de día y la música, de noche”. Y también contó que a los técnicos no les gustaba mucho que estuviera con la guitarra. ¿A vos te pasó?
-Con la gente, con los hinchas. Sabés las veces que me gritaban “¡dejá la guitarra!”. A veces no podés ni disfrutar un poco de tu vida social o de tus redes sociales. No es que porque subiste una foto tocando la guitarra no te entrenaste o no vas a rendir en un partido. Por hacer otra cosa no quiere decir que no seas profesional o no estés comprometido. Después es fútbol, se te puede escapar la pelota igual.
-¿Les adelantaste algunos temas a compañeros que tuviste en el fútbol?
-Les mandé a algunos con los que tengo más confianza y les ha gustado, muchos se han sentido identificados. Y seguramente muchos más se van a sentir identificados porque son temas que cuentan cosas que vivimos todos como futbolistas.
-Cuando empezás a jugar al fútbol, el sueño es llegar a Primera. Ahora con la música, ¿hasta adónde te gustaría llegar?
-Mira, te digo la verdad, nunca, pero nunca en mi vida, tuve tanta ambición como tengo ahora para hacer esto. Le dije a mi mujer “ni jugando al fútbol me sentí con la energía y las ganas que tengo ahora”. Personalmente quiero cerrar una etapa con el fútbol con este disco. Estoy enfocado en esto y ojalá lo pueda lo pueda hacer de acá para arriba. He adquirido una confianza que también me costó a lo largo de mi carrera mantenerla. O sea, yo hoy agarro una guitarra y me siento con una confianza plena. Te cuento una anécdota: ahí en la ciudad donde vivo hay un bar muy chiquito que todos los viernes hacen jam session, que son como una zapadas, ponen instrumentos y la gente toca. Entonces un día me llamó un amigo y un loco de ahí me dice “veníte a la jam”. “¿Qué es eso?”, le pregunté. “Venite”. Claro, entré al bar, estaban tocando y me dijo “vos tocás, ¿no? Tomá”. Me agarraron unos nervios… Claro, he jugado partidos con 50.000 personas, pero improvisar… La primera canción terminé todo acalambrado de los nervios, pero a la gente le gustó mucho cómo toqué.
-¿Qué tocaste?
-Un rock and roll de tres notas, una vuelta de blues básica, de la armonía básica del blues. Por suerte me tocaron un baterista y un bajista que la tenían clara y entonces sonó bien. Desde ese momento, hubo un quiebre en mi confianza y dije “esto es lo mío de verdad”. Fue como cuando atajás un penal y te levantás y te sentís gigante. Eso siento cuando agarro la guitarra hoy… Después errás muchas notas y sentís como cuando se te escapó la pelota y te comiste un gol, ja.

El Flaco y los integrantes de la banda. Además, trabaja entrenando arqueros juveniles para Osasuna. (Foto: Gentileza F. Pellegrino)
La letra completa de Joven o Viejo
Es la ley universal,
nadie se podrá escapar,
algún día tiene que acabar.
No le importa si sos crak, amateur, profesional o una puta estrella mundial.
Es difícil si querés
mantenerte en este tren.
El sistema te dice “ya fue”.
¿Te parece un poco cruel?
¿Nadie piensa en el después?
Las cosas salieron al revés.
¿Eres joven?
¿Eres viejo?
¿Duele mirar el espejo?
¿Duele mirar el reflejo?
Fuiste el rey de este lugar.
Hoy te tratan tan vulgar.
Nadie lo parece recordar.
“¡Sos un genio, sos lo más!”
Todo eso quedó atrás,
no te aflijas que puede empeorar.
“El león perdió poder,
no le gusta envejecer,
ya no ruge como aquella vez”.

Las primeras cinco fechas confirmadas para la gira que hará el Flaco Pellegrino por España.
“Los pibes deben crecer,
lo siento mucho por él,
de seguro que lo va a entender”
¿20 años o un segundo?
No podés volver el tiempo atrás.

ver también
Dibu Martínez consiguió un premio de la Premier League por primera vez y se sorprendió: "Al fin gané uno"

ver también
Maligno Torres, exclusivo: las gracias a Colapinto, su reunión con Milei y cómo cambió su vida







