Si bien hoy Neymar está fuera de las canchas por una lesión muscular, poco y nada tiene que ver este pequeño retraso en su regreso regular a las canchas con la lesión que lo dejó fuera por más de un año. Aquella rotura de ligamentos en octubre del 2023 jugando para Brasil contra Uruguay.
Neymar decidió optar por la recuperación con el objetivo de volver a jugar al fútbol profesionalmente, y por ello filmó toda su recuperación para un documental de Netflix. Y en el anticipo del mismo se pudieron escuchar de su propia boca algunas declaraciones sobre lo que tuvo que vivir.
Las palabras de Neymar ponen los pelos de punta a cualquiera, especialmente cuando admite lo cerca que estuvo de dejar el fútbol: “Algunos días, cuando me despertaba, quería rendirme. Lo admito, esta lesión es la que más me impactó en toda mi carrera”, relató.
Neymar sufrió una lesión que lo tuvo un año fuera.
“El primer mes estaba muy mal mentalmente, realmente triste. Sabía que era una lesión seria y larga. Estar fuera es duro“, reconoció Neymar. “El comienzo de cualquier lesión es complicado, sólo sientes dolor. Sólo sentía dolor, sólo quería que parara“, confesó. “Quería poder doblar mi pierna tan pronto como sea posible para volver a tener movimiento y hacer que el dolor desaparezca.”
La importancia de tener a su familia cerca
Neymar explicó que uno de los motivos fundamentales que le permitieron recuperarse y atravesar todo este proceso de más de un año hasta poder volver a jugar con Al-Hilal, fue su familia, sus amigos y todos sus seres queridos.
“Si no tienes gente que amas a tu lado, a tu familia, a tus amigos, entonces puede ser muy difícil volver de una lesión como esta. Realmente se mete con tu mente y tu cuerpo. Ya no tengo 20, tenía 31 cuando me pasó. Estoy muy agradecido de haber tenido a mi familia y amigos cerca”, completó, emotivamente.
Neymar, agradecido con sus seres queridos por el apoyo.
Es cierto que estoy está nuevamente lesionado y que se perdió la Fecha FIFA con Brasil por ello, pero una lesión muscular es recuperable en apenas unas semanas, nada comparado con el calvario que le tocó vivir a lo largo del último año.