Boca revisó el calendario y se topó con la noticia de que, tras su derrota ante Huracán, iba a visitar al invicto y líder Estudiantes . Cuando el panorama parecía complicado, el Xeneize se mostró concentrado al 100% y sacó a relucir su mejor versión en toda la Copa de la Liga Profesional para ganar un verdadero partidazo a base de buen juego y grandes rendimientos tanto individuales como colectivos. Enorme noticia para los de La Ribera.
El inicio del duelo en UNO se presentó accidentado. Una baja por lado: Mauro Boselli y Carlos Izquierdoz tuvieron que pedir el cambio por lesiones en sus tobillos, por lo que sembraron las dudas de cara a los clásicos que jugarán los dos equipos el próximo fin de semana. Los incidentes no terminaron ahí, ya queFernando Echenique cobró un penal polémico (offside previo)a pocos minutos del descanso y Leandro Díaz tuvo la oportunidad de abrir el tanteador, pero Agustín Rossi hizo de las suyas una vez más para tapar el remate.
Con el pasar de los minutos, el Pincha sintió el trajín de la semana y el Xeneize se acrecentó en juego. De la mano de Pol Fernández y Aaron Molinas, los dirigidos por Sebastián Battaglia comenzaron a llegar con peligro yen una de las llegadas terminó convirtiendo. El enganche filtró un pase bárbaro para Sebastián Villa, quien lanzó el centro al área y encontró la cabeza de Luis Advíncula para poner el primer grito azul y oro en diez minutos del complemento.
Con el resultado en contra, Estudiantes salió a buscar el partido y llovieron pelotas de todo tipo al área defendida por Agustín Rossi. Pero allí estuvo Marcos Rojo –de hostil recibimiento-para mantenerse firme en la marca y alejar el peligro ante el aluvión pincharrata. Boca aguantó todo lo que pudo sobre el final y tuvo recompensa: merecido triunfo para romperle el invicto al León y llegar con ánimos al partido del domingo contra River.