El Superclásico fue para Boca Juniors. Este domingo, bajo la órbita de los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional de Argentina, el Xeneize se encontró frente a frente con River Plate, el rival de toda la vida, y se quedó con la victoria en medio de un verdadero partidazo desarrollado en la provincia de Córdoba.

Es que, pese a comenzar perdiendo, los comandados tácticamente por Diego Martínez se recuperaron de manera considerable y se metieron en la próxima instancia del mencionado certamen doméstico. Ahora es momento de festejar para los de La Ribera pero también de pensar en los compromisos que se vienen.

Miguel Borja puso en ventaja a los de Martín Demichelis a los 10 minutos del primer tiempo. Sin embargo, cuando llegaba el descanso, otro descuido defensivo de River generó que Miguel Merentiel aproveche un gran desborde de Luis Advíncula para equilibrar la contienda y decretar el 1-1 con el que llegó el descanso.

Posteriormente, ya en la etapa complementaria y luego de un gol anulado de forma polémica para el Millonario, los de Núñez se quedaron de forma clara y Boca lo aprovechó. Así fue como Edinson Cavani capitalizó un grosero error en la salida de Andrés Herrera y, de cabeza, lo dio vuelta para el Xeneize, que no se conformó con ello.

Sucede que, pocos minutos más tarde, otro descalabro defensivo de River desencadenó en la tercera conquista por parte de Boca. Tras un rebote en el arquero, el propio Merentiel definió con la portería a su merced y puso el 3-1 que, pese a que todavía quedaba mucho terreno por delante, sentenció la historia.

Por último, Paulo Díaz descontó para el Millonario pero quedó para la anécdota. Porque en las tribunas del Kempes ya había fiesta para Boca. Porque también eso se presentó entre los jugadores y entre el cuerpo técnico. Inclusive también entre los dirigentes, con Juan Román Riquelme, el presidente del Xeneize, a la cabeza.

De hecho, Riquelme, hoy máxima autoridad de Boca pero paralelamente el máximo ídolo de la historia de dicha institución, salió del palco para ponerse a festejar con los propios hinchas. Sí, mostrando una cara que nunca se había visto desde que está cumpliendo el mencionado rol en la institución de sus amores.