Bahía Blanca intenta recuperarse de uno de los temporales más crueles de la historia. Los clubes de fútbol, en su rol social, intentan aportar lo necesario para los damnificados a través de aportes materiales y donaciones.
Olimpo es una de las tantas instituciones padeció las inundaciones, incluyendo al plantel profesional. En diálogo con BOLAVIP, el futbolista Martín Ferreyra contó cómo está atravesando esta delicada situación y qué puede.
“Por suerte estoy bien. El agua me tapó el auto hasta la altura de la palanca de cambio, pero afortunadamente no tengo ninguna otra pérdida. Vivo en un primer piso y hoy no tengo luz ni agua”, relató el referente del Aurinegro. Luego, expresó: “Me ha escrito excompañeros, dirigentes de Patronato y los profes que tuve en Estudiantes”.
Su familia también se vio afectada. “Mi papá había sido operado el jueves, así que estuvo en el hospital hasta hoy que le dieron el alta y pudo ir a lo de mi hermano. Su casa no quedó tapada de agua, pero perdió sillones, muebles y la cama. Los pisos de las habitaciones están destruidos, ya que eran de madera. Pero lo importante es que estamos todos bien”.
El horror que vivió la ciudad en los últimos días tuvo lugar a poco más de una semana del arranque del torneo del Federal A. El próximo domingo 16 de marzo, Olimpo recibe a Sol de Mayo en el Estadio Roberto Natalio Carminatti, pero el plantel todavía no sabe cuándo podrá volver a las prácticas habituales.
“Estuve en el estadio y no vi grandes destrozos”, reconoció Ferreyra, pero hoy todo es incertidumbre: “Desde el club nos dijeron que están buscando la manera de normalizar todo para que podamos retomar el entrenamiento”.
Qué dijo el DT de Olimpo sobre Bahía Blanca
Gastón Lotitto, entrenador de Olimpo, habló en las últimas horas con DSports y relató cómo se vivieron estos trágicos días en la localidad ubicada en el sur de la provincia de Buenos Aires.
“Bahía Blanca está convulsionada. Recién ahora tengo señal en el teléfono. Estamos sin luz, sin agua. Estamos prácticamente incomunicados. Para cargar los teléfonos tenés que ir a algún lugar que tenga generador. Y todo esto en la zona céntrica, que no fue un desastre en comparación con otros lados”, inició.
Siguiendo por la misma línea, agregó: “Fue como una guerra, pero de agua. La destrucción que hay es impresionante. No se puede comprar productos básicos, agarró a todos desprevenidos. La gente está desesperada. No termino de dimensionar lo que pasó. Hoy recién tuve señal en el teléfono y tuve más información de lo que pasó”.
Por otro lado, comentó cómo se vivieron los días previos: “Hubo una alerta naranja el día anterior. Nosotros íbamos a entrenar a la mañana, pero a eso de las seis nos empezamos a comunicar porque la lluvia era fuertísima. Decidimos suspender el entrenamiento y pasarlo para la tarde, en caso de que el clima lo permitiera, pero después fue lo que fue”.
Y cerró: “Yo fui a la Municipalidad para tener algún tipo de información. El viernes se suspendió todo, pero cuando empezó a caer el agua y había riesgo de inundación, decretaron el cierre de todas las actividades y agarró a un montón de gente desprevenida. Hay gente del club que todavía está sacando agua de las casas. Hay jugadores que perdieron muchas cosas, perdieron el coche en las cocheras que se inundaron. Hay algunos que tienen un metro de barro en la casa. Esto afectó a todos”.
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