Pep Guardiola se está convirtiendo en un borrador serial de cracks argentinos. Después de la fabulosa experiencia con Messi en Barcelona, podemos hacer un repaso. Lo echó al Kun Agüero del Manchester City siendo la bandera del club y el goleador extranjero con más goles en la historia de la Premier.
Después lo limpió a Julián Álvarez. Se tuvo que ir a refugiar al Atlético de Madrid del Cholo porque Guardiola no le daba minutos importantes en su equipo. Ahora tenemos el caso de Claudio Echeverri como el ejemplo más reciente. Y en medio también está lo de Máximo Perrone.
El Diablito terminó su primera temporada en el City con tres partidos jugados, lo que denota que Guardiola le dio muy pocas oportunidades. Lo puso en la final de la FA Cup y en apenas unos minutos casi se lo empata al Crystal Palace. En la última fecha de la Premier también jugó un rato, y en el Mundial de Clubes lo mandó de titular contra Al Ain y metió un golazo de tiro libre.
Cuando pasó todo esto, uno podía suponer que Pep lo iba a tener en cuenta para la temporada 2025-26 de los citizens, que encima es la previa del Mundial y Echeverri se juega un lugar en la Selección Argentina. Pero no. Guardiola le puso el cartel de prescindible y se lo ofreció a la Roma y al Girona, equipo del grupo empresario del City.
La verdad que da mucha bronca, porque River lo podría haber vendido a otro equipo, o se pudo haber quedado un tiempo más. El Millonario lo disfrutó muy poco al Diablito, y su único título fue el Trofeo de Campeones con Demichelis. Se les fue muy pronto por el deseo de Guardiola, para al final ponerlo en vidriera unos meses más tarde.






