Su convocatoria para disputar los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 fue una auténtica sorpresa, porque junto a Walter Hermann se hicieron a último momento del lugar que pertenecía a dos grandes referentes: Daniel Victoriano y Gabriel Palladino, integrantes del plantel que había sido subcampeón mundial en Indianápolis dos años antes.
Carlos Delfino había debutado ese mismo año en la Selección Argentina, en el Sudamericano ante Paraguay, pero había sido parte de los procesos juveniles desde 1997. En Grecia, terminó conquistando la medalla dorada en la que fue la noche más gloriosa del básquet argentino y en adelante construyó una carrera que lo llevó a integrar cuatro equipos diferentes en la NBA, pero también sufrió una durísima lesión que lo tuvo casi cuatro años fuera de las canchas.
Con 43 años, el santafesino que en 2017 defendió la camiseta de Boca tras disputar los Juegos Olímpicos de Río anunció su retiro, siendo el último de los integrantes de la Generación Dorada de Atenas en despedirse de la actividad profesional. “Llegó un momento que pensé que no iba a llegar hace un par de meses que fue poner excusas para ir a entrenar y no tener ganas de ir. Fueron una mezcla de cosas y dije: ‘Bueno, llegó el momento’”, reveló El Lancha en entrevista con Doble Doble.
Y agregó: “Por un lado me puse muy bien porque sufrí muchas lesiones con mi físico y en un momento dejé por tres o cuatro años. Este año estuve bien, entero, pude elegir yo. No fue ningún partido especial, ninguna despedida, nada del otro mundo. Simplemente dije: ‘Ya está’. Siento que desde este plano me puedo ir tranquilo y ahora viendo cositas nuevas, como ser entrenador“.

Delfino conquistó la medalla dorada en Atenas y la de bronce en Beijing con la Selección Argentina. (Foto de Getty)
El último club de Carlos Delfino fue el Benedetto XIV Tramec Cento, de la Segunda División de Italia. Fue ese mismo país el que le había abierto las puertas de Europa tras sus pasos por Libertad de Sunchales y Unión de Santa Fe, vinculándose a Viola Reggio Calabria en 2000 y a Fortitudo Bologna en 2004.
Para 2003, sin embargo, ya había sido elegido por Detroit Pistons en la NBA y ya siendo campeón olímpico se sumó al equipo para hacer su estreno en la élite del básquet mundial. Su temporada más importante la hizo en Toronto Raptors, siendo el sexto hombre habitual en la 2007/2008. Tras una breve salida a Rusia, regresó a Estados Unidos para jugar con Milwaukee Bucks y Houston Rockets, sufriendo en este último una lesión en 2013 que amagó por terminar su carrera de manera anticipada.
La dura lesión que superó Carlos Delfino
El último partido oficial de Carlos Delfino en la NBA fue en abril de 2013, con Houston Rockets. Una rotura del hueso escafoide del pie derecho le demandó siete operaciones y lo marginó de las canchas durante casi cuatro años. Fue después de una de las mejores anotaciones de su carrera, una volcada en la cara de Kevin Durant, enfrentando a Oklahoma.

Más élite no se consigue. (Foto de Getty).
“Cuando caí sentí que algo que se había roto. Tiré el libre de la falta y salí. Para el partido siguiente no podía caminar con zapatos, intenté jugar y sólo aguanté tres minutos. Cuando salí sabía que estaba roto”, había recordado en 2022, durante una entrevista concedida a Infobae.
En total fueron 1171 días deseando volver, pero el premio fue grande porque se dio el gusto de disputar los Juegos Olímpicos de Río en 2016, en los que Argentina finalizó en la octava posición. En 2017 volvió al básquet argentino después de 14 años para defender la camiseta de Boca y otra vez partió rumbo a Europa: Baskonia, Torino, Bologna, Pesaro y Benedetto XIV fueron los últimos clubes de su carrera.







