Existen millones de casos en River de jugadores que revirtieron situaciones después de estar muy relegados en la consideración de Marcelo Gallardo. Si hay algo que caracteriza al Muñeco es poner siempre a los que ve mejor, lo que alimenta a la competencia interna y pone la vara más alta.

Es por eso que hasta el que menos juega (hay excepciones) quiere quedarse en Núñez. Por eso, en tiempos de renovación y de muchas ofertas en el mercado de pases, no sorprende que un suplente elija seguir estando pese a los pocos minutos que sumó en la temporada.

Ahora se presenta el caso de Alex Vigo, que llegó en febrero con la esperanza de ser el sucesor de Gonzalo Montiel pero no pudo afirmarse. Tras la salida de cachete, el ex-Colón tuvo oportunidades pero terminó perdiendo la pulseada con Milton Casco y últimamente con Robert Rojas, de destacada labor en la punta derecha.

Se hablaron de cuestiones extrafutbolísticas que no gustaron puertas adentro, pero Germán García Grova informó que el lateral quiere quedarse a pelearla. Actualmente aparece en el radar de Talleres, que probablemente se desprenderá de Tenaglia y deberá encontrar un marcador de punta. La única chance de que Vigo salga es que el propio Gallardo le comunique que no lo tendrá más en cuenta.