Con el liderato en la Zona 1 de la Copa de la Liga, Marcelo Gallardo y su River comienzan un nuevo paso por la Copa Argentina y jugará en la noche de este miércoles (desde las 21:10) ante Deportivo Laferrere en un estadio que le trae al Muñeco una nostalgia muy particular e importante.
Luego de realizar una larga pretemporada, a causa del Mundial de Brasil 2014, Marcelo Gallardo encaminaba a su primer River para lo que sería su debut al mando del equipo de sus sueños reemplazando nada más y nada menos que al último campeón de la institución: Ramón Díaz. Una prueba de fuego para un técnico novato.
Tras varias decisiones y caminos totalmente opuestos a los que había tomado Ramón, como darle lugar en el equipo a Ponzio, Mora y Carlos Sánchez, Gallardo tenía todo listo para realizar su presentación en un estadio que hoy lo vuelve a encontrar pero con 8 años de trabajo en la espalda y siendo el máximo ídolo de unainstitución que en 2014 lo esperaba con incertidumbre.
Luego de ganar dos Copa Libertadores, una Sudamericana, un par de Recopas Sudamericanas y algunas Copas Argentina, el entrenador del Millo vuelve al Estadio Padre Martearena para comenzar un nuevo camino hacia el éxito con un equipo y una realidad totalmente distinta a la de aquel 27 de julio.
Con un duelo muy importante ante Ferro, Gallardo debutaba en River en la provincia de Salta y le costaría mucho pasar a los de Caballito. En una noche que la historia se definió por penales, el técnico del Millonario había dispuesto un once con lo mejor que había: Barovero; Solari, Maidana, Ramiro Funes Mori, Vangioni; Driussi, Ponzio, Ferreyra; Lanzini; Federico Andrada y Boyé.
Pese a que luego aparecerían Mercado por Solari, Sánchez por Driussi, Rojas por Ferreyra y Cavenaghi por Andrada, este once marcaría las bases de un equipo que marcaría una época con el punto de partida en una provincia de Salta que hoy se vuelve a reencontrar con un Gallardo consagrado y amado por todos los Millonarios.