La eliminación de River contra Temperley por Copa Argentinadesembocar en un tiempo de reflexión en el club. La derrota por penales fue un fracaso, no hay que tenerle miedo a esa palabra, porque lo que sucedió fue un fracaso y, tal vez, éste sea un buen momento para recibir este tipo de golpes.

Éste debe ser un momento para que el técnico decida quién tiene que venir y quién se tiene que ir. Es un partido bisagra, como aquel contra Estudiantes de Buenos Aires con Ramón Díaz en 2013, realmente igual.

Ahora, Martín Demichelis debe tomar decisiones firmes. Debe ser él quien decida qué jugador no debe estar más en el club, porque aunque para el hincha y el socio parece estar claro, es él el que debe actuar.

Obviamente, no se puede hacer locuras, hay que estar frío y tranquilo. Pero las decisiones deben ser firmes porque la eliminación contra un equipo de la segunda categoría es un fracaso y, por lo tanto, debe ser un partido bisagra para muchos. Sobre todo, si el gran objetivo de River es la Copa Libertadores.