Durante un mes, Qatar vibró al ritmo de Argentina. No solo porque el equipo de Lionel Scaloni marcó el ritmo de una competencia en la que terminó coronándose, con mucho apoyo de los fanáticos locales, sino además porque sus hinchas, los nuestros, montaron una verdadera fiesta con características para ellos desconocidas, pero que no tardó en contagiarlos.

Tanto marcó el paso de los argentinos por las tierras qataríes que la zona del Barwa Barahat, el hospedaje más barato del país que fue copado por los hinchas de La Scaloneta, fue rebautizada como Barrio Argentino en un último homenaje que inmortalizará esa fusión de culturas que se generó entre noviembre y diciembre del año pasado.

La decisión corrió por cuenta del Barwa Real Estate Group, empresa que maneja el hospedaje y que decidió colocar a su ingreso un gran cartel que lo identifica desde ahora como "Vecindario Argentino", con presencia de los colores celeste y blanco, también con una gran escarapela.

Además de los festejos que se prolongaban, sin cortes, de un día al otro. En aquellas calles, entre las 1.400 unidades de alojamiento, los hinchas argentinos hicieron asados con parrillas improvisadas y los cortes que pudieran conseguir, hasta que los propios qataríes, entusiasmados, les regalaron braseros, tambores y provisiones para que todo fuese más parecido a casa.

También se organizaron partidos de fútbol a toda hora, siempre que no hubiese partido de Messi y compañía, de los que tímidamente los locales comenzaron a animarse a participar. Sobró música, hasta con intérpretes en vivo, y los qataríes aprendieron a tirar pasos y entonar canciones. Ellos mismos estuvieron un mes de vacaciones en su propio país. Cómo no iba a valer el agasajo.