La Serie A supo ser la liga por excelencia de Europa en los años 90. Las principales figuras desparramadas por el mundo se tentaban ante la más mínima posibilidad de jugar en Italia. Van Basten, Gullit, Matthäus, Bergkamp, Gascoigne, Klinsmann, Ronaldo, Zidane, Crespo, Verón y Batistuta, solo por citar algunos, se convirtieron en leyendas gracias a su paso por aquellos años dorados del Calcio.

¿Qué pasó para que el Fútbol Italiano haya perdido tanto terreno? Quién lo sabe explicar en resumidas cuentas es Rocco Comisso. El multimillonario estadounidense propietario de la Fiorentina desde 2019, remarcó en una entrevista con el portal Financial Times, que la diferencia sustancial se encuentra en los obsoletos estadios con los que hoy en día todavía carga el país: “Para competir como uno de los 20 mejores equipos de Europa, hay que llegar, de una forma u otra, a los mismos niveles de ingresos ¿Cómo llegamos allí? A través de los ingresos del estadio”.

En Italia hay una particularidad. Solo cuatro equipos son dueños de sus estadios: Juventus (que según la consultora Deloitte facturó 397,9 millones de euros en la temporada 2020/2021 contra, por ejemplo, 84,4 de Fiorentina), Atalanta, Udinese y Sassuolo. Es decir, el resto no se lleva la mayor parte de la recaudación, dado que cumple con sus compromisos en recintos que pertenecen a las autoridades locales que, arraigadas a sus raíces, por naturaleza, acostumbran cuidar el patrimonio arquitectónico, cual Coliseo o Fontana de Trevi de Roma, Torre de Pisa o Duomo de Milán, entre tantos otros monumentos.

Asi quedaría el nuevo Estadio Artemio Franchi. Firenzetoday.it

Asi quedaría el nuevo Estadio Artemio Franchi. Firenzetoday.it

Y Firenze, la cuna del Renacimiento, no se queda atrás. Ostenta su propio Duomo y, entre otras, la Galería de la Academia donde se exhibe la escultura del David de Miguel Ángel. Pero también siente una ligazón directa con el Estadio Artemio Franchi, inaugurado el 13 de septiembre de 1931 y considerado una obra maestra del racionalismo italiano. 

Sin embargo, Rocco Comisso no piensa lo mismo: "Es la cosa más mierda que jamás se haya inventado. ¿Qué historia tiene? Ganaron dos campeonatos en 90 años". Queda más que clara la postura del empresario, dueño, además, del New York Cosmos de los Estados Unidos, que también está edificando para la Fiorentina el Viola Park, un predio de entrenamientos en la zona de Bagno a Ripoli, una localidad a 12 km del centro de Florencia.

Reforma del Artemio Franchi

Tras un acuerdo al que llegaron Rocco Comisso y Dario Nardella, alcalde de Firenze, quienes, por cierto, mantienen una relación tirante, Fiorentina y la ciudad impulsan la reforma del Estadio Artemio Franchi.

¿Qué fue lo que hizo cambiar la postura conservadora del Gobierno de Firenze?

Rocco Commisso está dispuesto a invertir 250 millones de euros para el nuevo Estadio Artemio Franchi. Eso afectará directamente a Firenze, pues se pronostica que genere mil nuevos puestos de trabajo. El impacto económico de la intervención sería de aproximadamente 5 mil millones en 10 años entre el crecimiento de los ingresos del club, nuevas actividades comerciales de terceros, ingresos fiscales adicionales y desarrollo inmobiliario en el distrito.

¿Cómo sería el nuevo Artemio Franchi?

De los 31 proyectos presentados en un primer momento, quedaron ocho y en los primeros días de marzo de este año se dará a conocer el ganador. La idea, conforme a lo determinado por el Municipio y la Orden de Arquitectos de Florencia, es que las obras comiencen en 2023 para llegar al centenario del elenco violeta con su casa absolutamente reestructurada. La modernización consistirá en instalaciones de última generación con 42.000 espectadores sentados y contará con múltiples suites/palcos de hospitalidad, restaurantes y bares. Calculan que Fiorentina pase a cobrar 225 millones de euros al año, unos 130 millones más al año que en la actualidad.