El golpe de conejo es una de las acciones más temerarias del boxeo y ha provocado más de una lesión de gravedad, incluso algunas que han costado vidas. Consiste en el golpe que se da en la parte trasera de la cabeza, prohibido en la disciplina cada vez con mayor demanda de rigurosidad a la hora de detectarlo y sancionarlo.

Por esa razón generó polémica la victoria del gran invicto Jaron Ennis, quien ya demanda peleas de título mundial en el peso wélter, sobre Custio Clayton en el segundo asalto. Es que si bien este no tuvo intenciones de impactar la cabeza de su adversario, terminó ganando por un nocaut que fue producto de una acción antirreglamentaria.

Lo que duró la pelea, ante un peleador también invicto que en la previa le suponía un duro desafío, Jaron Ennis fue absoluto dominador de todo lo que sucedió en el cuadrilátero y es por ello que su victoria terminó legitimándose. Pero si los encargados de regular la pelea se hubiesen puesto rigurosos, bien podrían haberla señalado como No Contest.

Tampoco pareció haber demasiados reclamos de parte del equipo de Clayton, aunque cuando este se fue a la lona sonrió como queriendo señalar que el golpe de su oponente no había sido lícito. Intentó superar la cuenta de protección, pero estaba demasiado mareado como para seguir adelante y el árbitro dio por finalizadas las acciones.

Ennis pone en la mira a Terence Crawford y Errol Spence

Ranqueado como el mejor peleador en la división de peso wélter por debajo de sus dos grandes campeones mundiales, Jaron Ennis fue consultado sobre su deseo de enfrentarse con Terence Crawford o Errol Spence en busca de coronarse. “Solo estoy tratando de perfeccionar mi oficio y mejorar cada vez más. Eso es lo que he estado haciendo”, dijo al micrófino de ShowTime, aceptando el desafío.