Uno de los temas más debatidos en el mundo de la Formula 1 durante los últimos meses fue la sanción a Red Bull Racing por parte de laFederación Internacional del Automóvil. Claro, la escudería austríaca superó el límite presupuestario en la temporada 2021, por lo que la organización le impuso una multa cercana a los 7millones de euros, ademásde reducir su tiempo máximo permitido en el túnel de viento por un año.
Mohammed ben Sulayem,presidente de la FIA, brindó una conferencia de prensa en las últimas horas para tocar ciertos tópicos del siguiente año y justamente fue consultado sobre la decisión de esta sanción. En la respuesta, admitió que hubo equipos que le exigieron “sangre” y, aunque no los nombró, todos imaginamos a Mercedes y Ferrari…
“Hemos aprendido mucho, y se está llevando a cabo una gran revisión.¿Quién sabe en el primer año cuál va a ser el resultado? Ni lo esperábamos, y si miras a los otros equipos dirán que hemos sido benévolos con ellos (con Red Bull). ¿Y la sanción? Algunos quieren que los cuelguen y ver sangre, y las propias escuderías (culpables)lo ven como algo muy grande para ellos, así que, ¿qué se hace con eso?También tenemos que ser justos, queremos deshacernos de ellos o queremos que no lo hagan”, apuntó.
Más adelante, el oriundo de miratos Árabes Unidos añadió: “El reglamento financiero ha estado en su primera temporada, vigilarlo es muy difícil, y por eso hemos hablado también de empleados. Tres más en la parte económica, tres más en el chasis y la unidad de potencia, y se avecinan más contrataciones”, dijo el dirigente de la organización”.
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“Si no tienes la mano de obra y la gente adecuando para investigarlo, ¿de qué sirve tener ese reglamento? Creo que ahí había un equilibrio entre las finanzas y también las sanciones deportivas”, sentencióMohammed ben Sulayem.
