Demetrius Andrade es campeón mundial de peso mediano de la OMB desde el 20 de octubre de 2010, cuando conquistó el cinturón que estaba vacante derrotando a Walter Kautondokwa en decisión unánime. Es, entonces, el campeón que lleva más tiempo ininterrumpido reinando en las 160 libras, contando a los dueños de los otros tres grandes cinturones: Gennady Golovikn (FIB), Ryota Murata (AMB) y Jermall Charlo (CMB).

A pesar de ello, el oriundo de Rhode Island pareciera ser perseguido por una maldición a la hora de poder concretar las grandes peleas, tal vez porque se ha ganado el mote de ser un peleador que no corta boletos ni vende suscripciones de pago por evento. Es que al final del día el boxeo es un gran negocio.

Pareció que su última victoria, con un contundente nocaut en el segundo asalto a Jason Quigley, le abriría las puertas de esas peleas que está buscando. Incluso Eddie Hearn, quien promueve su carrera desde MatchRoom Boxing, sugirió los nombres de Jermall Charlo, Gennady Golovkin y Jaime Munguia.

 

Nada de eso sucederá en el corto plazo, pues la Organización Mundial de Boxeo le ordenó defender el título mundial ante el retador mandatorio Janibek Alimkhanuly, peleador kazajo radicado en los Estados Unidos que apenas lleva realizadas 11 peleas como profesional, habiendo salido vencedor en todas ellas.

"El Comité del Campeonato Mundial de la OMB por la presente ordena a las partes el inicio de las negociaciones para el Concurso del Campeonato Obligatorio de Peso Medio. A las partes se les otorgan 20 días después de emitir esta carta de notificación para negociar y llegar a un acuerdo, o se convocará un procedimiento de licitación de acuerdo con las Regulaciones de la OMB de los Concursos del Campeonato Mundial", reza el comunicado que lleva la firma de Luis Batista-Salas, presidnete del organismo.