No es ningún secreto que el legado de Michael Jordan y LeBron James trasciende cualquier cancha. Son leyendas vivientes, íconos culturales y, además, dos de las figuras más millonarias que ha dado el deporte en la historia. Hoy, en pleno 2025, sus nombres siguen resonando con fuerza, no solo por lo que hicieron (o hacen) en la NBA, sino también por el imperio económico que construyeron.
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Jordan, el mítico número 23, sigue siendo el referente absoluto cuando se habla del mejor jugador de todos los tiempos. Retirado hace años, su figura continúa creciendo. Tanto es así, que la prestigiosa revista Forbes le otorgó un lugar de privilegio dentro de su ranking de las 400 mayores fortunas de Estados Unidos, siendo el único deportista en lograrlo. Actualmente, ocupa el puesto 385 con una fortuna estimada en 3.500 millones de dólares.
Por su parte, LeBron James, que cumplió 40 años en diciembre, no ha bajado el ritmo. Sigue siendo protagonista en la liga, sumando estadísticas, récords y capítulos dorados a su interminable carrera. En lo económico, tampoco se queda atrás.
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De acuerdo al sitio especializado Spotrac, el actual jugador de Los Angeles Lakers lleva acumulados más de 528 millones de dólares únicamente en contratos como profesional, tras su paso por Cleveland Cavaliers, Miami Heat y los propios Lakers.
El debate sobre quién es el mejor de la historia está más vivo que nunca. Para una generación, Jordan es insuperable: seis anillos, cinco MVPs y una mentalidad competitiva sin comparación. Para otros, LeBron representa la perfección moderna del baloncesto y se ha ganado su lugar entre los mejores.
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¿LeBron y Jordan no se hablan?
“Estamos en un buen lugar. No hablamos porque todavía estoy jugando. Todavía estoy concentrado en mi oficio”, expresó LeBron James hace unas semanas atrás sobre su relación con Jordan. Y Michael no se calló y le respondió: “No le hablo ni a mis hijos”.
