Un punto de nueve, tres temporadas en el banco de suplentes y un gasto de hasta 9 millones de euros que se encuentra lleno de estrellas, pero algo no encaja. Roma y Mourinho se van al parón de selecciones como equipo de Serie B ahora mismo y viendo como se repite una de las mayores singularidades en la carrera del Special One. Ya vivió esto en destinos como Londres, Madrid o Manchester.

Los fichajes de Romelu Lukaku, Renato Sanches, Leandro Paredes, Evan Ndicka o Houssem Aouar no se traducen de momento en éxitos por un Stadio Olimpico donde el inicio de temporada ha estado lejos de ser amable. La derrota como local con AC Milan, sumada a que se viese en Verona o la igualdad con Salernitana en la capital italiana confirman que hasta aquí Mourinho vuelve a encontrarse con uno de los mayores retos de su carrera. Alarmas prendidas en la Loba.

“Estoy un poco cansado de ser entrenador, un hombre de comunicación, de ser la cara que dice que nos han robado. Estoy un poco cansado de ser tanto”, fueron sus únicas palabras por el Olimpico el pasado viernes. Tensión en la prensa italiana a la hora de hablar de un José Mourinho que vez más se mide con el mayor desafío de su historia en los banquillos.

Mensaje de apoyo a Mourinho en Roma: Getty Images

Mensaje de apoyo a Mourinho en Roma: Getty Images

La maldición de los tres años

Todo empezaba con Real Madrid en la temporada 2012-2013. Doce meses antes Mou firmaba LaLiga de los récords para después caer en todos las grandes torneos con la casa blanca. Se terminaba una era y José llegaba a un Stamford Bridge donde su historia también terminaría a los 36 meses de asumir por Chelsea (en su primera etapa fue despedido a los tres años y ocho partidos). La Premier League ganada no fue suficiente para seguir al mando.

Luego el luso firmó por Manchester United…Con el mismo resultado. De julio del 2016 a otoño del 2018, Mourinho terminaba marchándose en la última muestra de una maldición que ahora parece poner sus ojos en Roma. La Loba espera que el parón de selecciones sirva para calmar aguas de un gigante donde el portugués ya fue noticia en verano por el interés de Arabia Saudita. Mou, ante romper o seguir con la mayor singularidad de su carrera.