La guerra abierta entre el banquillo y la presidencia del Barcelona puede tener un final en la próximas horas. Todo apunta a que en caso de que no salga de Cádiz con los tres puntos, Ronald Koeman dejará su cargo y Joan Laporta tendrá que buscar un nuevo entrenador. Xavi Hernández es uno de los nombres más mencionados por la prensa y si bien está lejos de darse su fichaje, este tampoco puede descartarse.

El jugador de aquel equipo de Pep Guardiola sabe que su curriculum está en la mesa. Su pasado como gloria del club, su ideología futbolística y aquel último verano donde se lo vio por Barcelona esperando una llamada de Laporta le convierten en uno de los principales candidatos para reemplazar a Koeman. Desde MARCA analizan los porqués de lo que puede ser el regreso del hijo pródigo a la ciudad condal.

Tan cerca y tan lejos

El medio de la capital española asegura que Xavi no moverá ficha mientras el banquillo esté ocupado. No quiere llegar como un golpista a un club donde no cabe un escándalo más. Dicho esto, el ex volante se siente preparado luego de 90 partidos y tres año en el Al-Sadd de Qatar, donde ha buscado por todos los medios establecer la escuela de Johan Cruyff.

En estilo cumple, pero su pasado en la oposición sigue generando revuelo. Si bien nunca se manifestó públicamente en favor de Victor Font, el haber hecho parte de otra lista electoral en la última fiesta política del club genera recelo y dudas en una dirigencia que no quiere tener al ‘enemigo’ en casa. Una llamada cerraría todo, pero de nuevo y tal y como sucede con Koeman, los egos de ambas partes chocan con este deseo.

Por último pero no menos importante, tanto Barcelona como Xavi tendrían que negociar con los jeques. Si bien se ha hablado mucho de una famosa cláusula para poner rumbo al Camp Nou si sus servicios eran solicitados, Hernández tendría que pasar si o si por los palacios de Oriente Medio pidiendo un permiso que resulta imposible decir ahora mismo que se lo entreguen.