"Tenemos algunos salarios fuera de mercado, los jugadores con esa ficha son imposibles de transferir a otros clubs. El gran objetivo es que desaparezcan estos salarios", fue la frase a Matheu Alemany para confirmar lo que es un secreto a voces. Barcelona busca la salida de una ‘vieja guardia’ que se encuentra sentenciada tras la debacle ante Inter de Milan, pero para conseguir el adiós de Gerard Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba habrá que pagar sumas millonarias para la económica culé. ¿Y ahora?

Joan Laporta es el primero que ha buscado la paz con los capitanes, a quienes se les pide desde hace meses que sumen su granito de arena en una recuperación financiera del club que ha quedado en veremos tras lo que parece ser una nueva eliminación de la fase de grupos de la UEFA Champions League. Por España medios como MARCA no dudan, Barcelona quiere afuera a Piqué, Busquets y Alba para dentro de unos meses, pero el remedio puede ser peor que la enfermedad.

Para entender esta historia hay que devolvernos hasta mediados del 2020, donde en medio de los primeros meses de la pandemia y con Josep María Bartomeu en los despachos, Barcelona negociaba rebajas salariales con su plantel que nunca llegaron a buen puerto. Los capitanes no se recortaron el sueldo, sino que aplazaron hasta el 42% de los pagos de estos en un movimiento económico que tiene y mucho que ver la actualidad del club.

Deuda astronómica

No eran contratos ‘normales’, sino incluso y en algunos casos puntuales que superaban en dos o tres veces a los montos que jugadores del Real Madrid cobran ahora mismo. El tiempo fue pasando, nuevos nombres fueron llegando y todavía existen deudas millonarias de la entidad con tres capitanes a los que se le busca salida en verano del 2023. Solo Busquets termina contrato en este sentido.

Medios como Sport en Barcelona o El País reportan que Barcelona le debe a los tres capitanes sentenciados por Laporta una suma cercana a los 200 millones de euros que podrán reclamar cuando su contrato termine con el equipo de la ciudad condal. Para entender la gravedad de la situación y de lo que puede ocurrir gracias a esos sueldo diferidos durante la pandemia, el club todavía debe hasta 70 millones de euros a un tal Lionel Andrés Messi.

Solo el tiempo dirá que ocurre, pero la ecuación es clara en cuanto a que sacar a los Gerard Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba tiene precio para un Barcelona con la masa salarial disparada, más de 1.000 millones de euros en deudas y que apunta a quedarse sin el dinero de la UEFA en la Champions. Alarmas prendidas en la tesorería del Camp Nou.