Italia sigue pagando los efectos de una pandemia que tiene al Calcio al borde del abismo. Una desorbitantes sumas debían ser abonadas ayer para llegar a cumplir los tiempos pactados con el Gobierno. Habrá que encontrar una nueva fórmula para ‘Salvar’ el fútbol transalpino. Los clubes no tienen forma de hacer frente a sus deudas.
MARCA recoge las explicaciones a como los más de 800 millones de euros que los clubes de tanto Serie A como Serie B adeudaban a Hacienda en concepto de cotizaciones e impuestos, han tenido que volver a ser aplazados tras no encontrar fondos suficientes en sus cuentas. El primer aplazamiento se había realizado durante la pandemia y nuevamente habrá que fraccionar dichas sumas prestadas por el Gobierno que ahora dirige Giorgia Meloni.
“Ni descuentos, ni obsequios, ni regulaciones diferentes a las que están al alcance del resto de empresas. Los clubes de fútbol pagarán todo, también pagarán los demás en las formas permitidas, es decir, en 60 cuotas y tendrán que pagar intereses”, ha declarado el Ministro de Deportes Andrea Abodi sobre las soluciones que se buscan para que Italia no llegue a un punto de insuficiencia que haga poner en peligro la pirámide del fútbol transalpino.
Andrea Abodi, Ministro de Deportes de Italia: TW
‘Salva-Calcio’, el nuevo plan
Para evitar lo que sería sin dudas una disputa con las autoridades donde se perderán decenas de millones de euros y la posibilidad de contar con dinero en caja, se ha acordado que el pago de la deuda con el estado se repartirá en un nuevo plazo de 60 cuotas, sumado a un interés del 3% que hace a muchos clubes tener que correr para abonar la primera antes del 31 de diciembre. En caso de no poder hacerlo, habrá problemas de primer nivel.
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“Para evitar terminar bajo investigación criminal bastará con pagar el 3% de la totalidad del importe adeudado antes del 31 de diciembre “, apunta Calciomercato sobre lo que viene en camino para esos clubes profesionales del fútbol italiano que antes del 2023 y para evitar lo que sería ponerse en un juicio contra el estado, tendrán que abonar las cuentas de una deuda tan histórica como clave en el futuro del torneo.