El sentido de pertenencia de tantos jugadores con un club, pocas veces queda tan a la vista. Esa sensación fue la que brotó en el Partido de las Leyendas que el Villarreal organizó para coronar la celebración de su centenario. Solo bastaba con ver el rostro de estrellas de fuste mundial como Juan Román Riquelme, Diego Forlán y Robert Pirès, entre tantos otros, para darse cuenta el vínculo estrecho que lograron forjar con el club en aquellos años de la primera década de los 2000, en los que escribieron uno de los fascículos más importantes en la historia del elenco español.

Y quien también es parte de algunos de los momentos más épicos del Submarino Amarillo es Juan Pablo Sorín, con quien Bolavip pudo intercambiar unas palabras una vez culminado el evento''La verdad que estoy muy contento, entre emoción, nervios, volver a ver a excompañeros y encontrarnos con otras leyendas que por ahí no nos conocíamos'', comentó.

Asimismo, Juampi resaltó la relevancia del Villarreal: ''Es el centenario de un club de los denominados chicos... Siempre se dijo que Villarreal es un club chico, pero siempre tuvo mentalidad de ser un equipo grande, de buscar objetivos que quizás otros veían como imposibles. Y nosotros desde adentro intentábamos siempre empujar y forjar esa mentalidad para conseguir los títulos, algo que finalmente llegó cuando consiguieron la Europa League''.

 

Por otra parte, Sorín agradeció a directivos y al departamento de prensa en lo que fue su reencuentro con el Estadio De La Cerámica: ''Primero el agradecimiento a la familia Roig, a la comisión del Villarreal y recordar siempre a José Llanesa que está con nosotros y a toda la gente que no pudo venir por diferentes compromisos, por cuestiones profesionales o porque estaban en el exterior. Agradecerle a la afición del Villarreal porque ha sido una fiesta fantástica. Felicitar a toda la organización y a Hernán Sanz (director de comunicación) que hace un poco de todo''.

Para cerrar, el también excapitán de la Selección Argentina, apuntó: ''Así que estar acá fue una noche de mucha felicidad y de poder abrazar a la gente que hacía rato que no nos veíamos desde adentro, aunque siempre nos encontrábamos cuando veníamos a alentar al equipo''.