La situación sigue siendo complicada, a pesar de tener una oferta y que se debería cerrar la compra de Todd Boehly antes de que termine el mes de mayo para permitirle a Chelsea iniciar una nueva temporada con una directiva renovada y en el tiempo de la licencia, las cosas se complicaron

Sucede que a pesar de las declaraciones públicas de Roman Abramovich  sobre el destino de los fondos en la compra del club, el Gobierno del Reino Unido está celoso de que eso se concrete y piden garantías legales que le permitan hacer seguimiento al dinero.

Según los expertos, quedan dos grandes puntos conflictivos: dónde se guardarán exactamente las ganancias de la venta y qué garantías legales se le dará al Gobierno sobre el dinero destinado a buenas causas.


 

Chelsea se niega a aceptar el nuevo plan del Gobierno y colocar el dinero en una cuenta de depósito en garantía antes de que el Gobierno esté convencido de que el dinero se destinar de manera segura a la fundación para las víctimas de la guerra de Ucrania.

A pesar de comprometerse a que todas las ganancias se destinen a buenas causas en público, Abramovich parece no estar dispuesto a asumir los mismos compromisos legales y ese es el temor del Gobierno Británico. 

 

La fecha límite para realizar la operación es el 31 de mayo, de no hacerlo, el club empezaría a incumplir la licencia y corre riesgo de quedar fuera de toda competencia en Inglaterra y en Europa.