Florentino Pérez comanda la expedición del Real Madrid que desata la locura por estas horas en Estados Unidos, pero el presidente del conjunto blanco no solo trabaja en acuerdos comerciales o monitorea de cerca la preparación de un equipo que defenderá su corona en España y Europa durante los próximos meses. Hay un sueño en la casa blanca y este no es otro que llevar que el Super Bowl al mismísimo Santiago Bernabéu.

Europa y Norteamérica trabajan cada vez más en la difusión del fútbol americano por el viejo continente. Los encuentros de la NFL disputados en Wembley o las franquicias que equipos como Miami Dolphins y los Chicago Bears abren en España sitúan el escenario ideal para que todos busquen explotar la marca que representa dicha práctica. Real Madrid quiere la joya de la corona.

 

Florentino Pérez comanda por estas horas una serie de reuniones y acuerdos para mostrar el poderío de proyectos como la Superliga en suelo norteamericano. No es gratuito que Real Madrid o Barcelona tengan que jugar entre si estos amistosos que se toman el verano, sino más bien una consecuencia más a toda esa lucha que mantienen con UEFA que se ha tomado el planeta desde el año pasado.

Un sueño llamado Super Bowl

AS confirma que Real Madrid albergará algún encuentro de la NFL desde el 2024, pero los planes de su presidente van mucho más allá. Gracias a las obras en un Santiago Bernabéu que se convertirá en el 2023 en uno de los mayores centros de espectáculos y deportes de toda Europa, Florentino Pérez trabaja de lleno en una remodelación que abrirá el coliseo blanco más de 300 días por año para eventos de todo tipo. Hay que generar 400 millones de euros cada 12 meses para cumplir el sueño.

El césped retráctil del nuevo Bernabéu será la clave para que Real Madrid pase de ser un campo de fútbol a un terreno apto para cualquier evento en cuestión de minutos. La joya de la corona en las obras permitirá al conjunto Merengue albergar cualquier deporte (tenis, futbol americano, básquet) o conciertos cualquier día de la semana. AS confirma los deseos de Florentino Pérez, quien busca para finales de década que el Super Bowl se traslade por una edición a la capital española.