Pocos personajes ha dado el fútbol como Zlatan Ibrahimovic. A sus 40 años el sueco ha conquistado títulos en prácticamente todos los clubes en los que ha dejado su huella a base de goles que todavía hoy se miran a día a día por su belleza. Un personaje irrepetible e indomable que se las verá mañana con un enemigo que acabo convirtiéndose en su hermano, Sinisa Mihajlovic.

AC Milan visitará a Bologna en el Estadio Renato Dall'Ara con el objetivo de seguir en lo más alto de la Serie A. Los rossoneri se cruzarán con un viejo entrenador que pese a no haber podido brillar en San Siro, consiguió ganarse el respeto de todo el mundo del fútbol, incluso de su amigo Zlatan Ibrahimovic.

Del odio al amor

Esta historia nos devuelve hasta un Inter vs. Juventus del año 2005. De un lado Mihajlovic y del otro un joven sueco que por entonces era Bianconeri. Tras un choque en la mitad del terreno de juego acabaron a los puños, formando una tangana que continuaría en el túnel de vestuarios tal y como recuerda Zlatan: “Una vez en la cancha nos golpeamos, luego fui a buscarlo al vestuario, pero no estaba”.

Quienes vivieron dicha pelea en el campo aseguran en la Gazzetta que tranquilamente puede haber sido uno de los episodios más violentos de todo el Calcio en el siglo XXI. Patadas, puños y dos gigantes indomables buscándose por todos lados con la promesa de no frenar hasta derrumbar al otro. La prensa italiana de entonces los acribilló.

Se encontrarían doce meses después en San Siro, donde lejos de la rivalidad más fuerte de Italia se hicieron amigos para llevar a Inter hacía un Scudetto que contó con la firma de ambos en cada encuentro. Nacía una amistad dentro del campo, pero todavía no alcanzaría el nivel de unión que hoy en día mantienen.

Hermandad

Sus caminos se separaron hasta enero de 2020, cuando Zlatan buscaba volver a Europa y Mihajlovic dirigía ya al Bologna donde lleva desde entonces. El destino quiso que el serbio fuese diagnosticado con una leucemia que jamás logró alejarle de los banquillos, aunque si le dio más de un susto a quienes como el sueco vivián pendientes de su amigo día a día. Ibrahimovic solo firmaría su regreso al Milan por que en el humilde equipo del este italiano no tenían como afrontar refuerzos en plena pandemia, sino el sueco habría jugado para su hermano.

Desde entonces, han trazado un camino juntos que incluso les ha llevado a cantar de la mano en el festival de San Remo y que nos ha regalado imágenes como las que veremos mañana en Bologna. El propio Mihajlovic ha dicho en más de una ocasión que jamas espero que esa persona con la que estuvo cerca de: “matarse” en el campo acabaría siendo su hermano en el fútbol de más alto nivel. Esta es la historia de dos leones a los que la vida transformó de enemigos en más que amigos.