Mike Maigain, Victor Oshimen, André Zambo Anguissa, Kalidou Koulibaly y Dusan Vlahovic son las últimas víctimas de la ola de intolerancia que azota la Serie A. El racismo se ha tomado buena parte de los campos de una primera división italiana a la que un campeón del mundo y estrella del Calcio critica como nunca: “Veo mucha hipocresía”.
Cientos de mensajes de apoyo, pancartas, comunicados, investigaciones y hasta camisetas en contra de los violentos ha intentado promover una Serie A que pese a sus actos, no ha puesto todavía una traba a quienes llenan de racismo sus estadios. Lilian Thuram, ganador de Francia 98 y de todo con Juventus o Parma, explotó contra el organismo.
“Es lo mismo que hace 25 años”
El histórico defensor denunció lo ocurrido en Fiorentina vs. Napoli y se encargó de dejar en claro que sufría lo mismo que Oshimen, Anguissa, Koulibaly y Vlahovic en su etapa como jugador de la Vecchia Signora. Thuram explotó y se animó a recordar lo que le gritaban por las canchas de la Serie A: “Me llamaban suciedad negra”.
“En Italia es la misma situación que hace 25 años, veo mucha hipocresía. También pasaba en Francia, ¿Por qué tienes que esperar a ganar un Mundial para darte cuenta de la realidad? Esto me molestó, pero también fue una forma de pensar para Francia”, denunciaba en una charla con los medios en el Festival de Trento.
Afirma que solo con quienes no sufren los ataques de los violentos se puede salir adelante: “Los jugadores y entrenadores blancos pueden hacer mucho. Deben decir: sí, hay racismo en Italia. Lo dices porque amas Italia y quieres cambiar las cosas. Si tienes algún problema te tengo que ayudar, no es que te tenga que preguntar primero de dónde viene y qué color de piel tienes”.
El campeón del mundo hizo parte de algunos de los mejores planteles del Parma y Juventus entre 1996 y 2006, donde jugó más de 380 partidos para levantar un total de 7 títulos que nunca le hicieron obviar la problemática que envuelve al Calcio en cada fin de semana. El racismo, más desbordado que nunca en la Serie A.
