Quizá los aficionados de la Fórmula 1 no recuerden exactamente de qué va el Mercedes W07, pues si dominaron la categoría desde 2014, por qué razón sería uno de los autos que se ha ganado un espacio dentro de las páginas en libros de historia de este deporte.

Sencillamente, se trata del auto con el que Nico Rosberg se proclamó campeón del mundo. El Mercedes W07 fue el monoplaza que destronó a Lewis Hamilton de otro título más, pero más allá de ello, es el auto del único piloto capaz de batir en pista al británico hasta la llegada de Max Verstappen.

Cada temporada que pasó desde ese año, ese Mercedes tomó un espacio más grande en la historia, demostrando que Nico Rosberg fue un gran talento de la Fórmula 1 que se armó de valor para sacar un poco de malicia y vencer a su rival y compañero de equipo en una temporada no apta para cardíacos.

Historia pura

Nico Rosberg había culminado la temporada 2015 con tres victorias consecutivas, pero para ese entonces, el campeonato del mundo ya estaba decidido a favor de Hamilton. Sin embargo, cuando llegó la campaña siguiente, el Mercedes W07 y el piloto alemán tomaron cartas en el asunto cuando lograron ganar las cuatro primeras carreras.

Allí se supo que Rosberg venía con todo, 100 puntos reflejados en la tabla hacían pensar que veríamos un campeón nuevo, y así fue, a pesar de que prácticamente el hijo de Keke Rosberg tuvo que “sudar sangre”.

Después de esos cuatro triunfos, Hamilton logró retomar el ritmo y la temporada se convirtió en un "auténtico toma y dame", victorias por aquí y por allá entre los hombres encargados de manejar el Mercedes W07 hicieron de esa temporada una gran pelea hasta que el telón se bajó en el Gran premio de Abu Dhabi.

Allí, Rosberg realizó un adelantamiento crucial sobre Max Verstappen, conocido por ser un oponente difícil para superar. A pesar de ello, el alemán se armó de valor y cabeza fría para efectuar la maniobra bajo la luz de la luna que adornaba el circuito de Yas Marina.

Poco después el propio piloto reveló que tembló de miedo tras adelantar a Verstappen, pero valió la pena. Eso sirvió para demostrar que fue el único único capaz de batir a Lewis Hamilton en la era turbohíbrida de la Fórmula 1 hasta que el de Países Bajos tuvo un Red Bull lo suficientemente competitivo como para hacer frente ante el siete veces campeón del mundo.