Golden State Warriors es uno de los claros candidatos a llevarse el título de la temporada 2021-22 de la National Basketball Association (NBA). Están segundos en la Conferencia Oeste con un récord de 34-13, sin embargo, se siente que podrían jugar mejor... ¿Por qué?

Este domingo vencieron a unos Utah Jazz sin Donovan Mitchell por 94 a 92 de una atípica forma que asombra a todos. En el último cuarto convirtieron tan solo 11 puntos y fue la defensa la que sacó adelante el triunfo y no el ataque, como tienen acostumbrados a sus fanáticos.

La razón de todo esto es Stephen Curry. Con la vuelta de Klay Thompson, la cosa no cambió, y la ausencia de Draymond Green tampoco ayudó. Steph promedia 26 puntos, 5.3 rebotes y 6.2 asistencias, pero hace casi dos meses que no es el mismo que inició la temporada como el claro favorito a ganar el MVP; hoy está fuera del top 5.

Con apenas 13 puntos ante el Jazz, Curry extendió su mal momento que data de diciembre. "Es humano. Y está recordándole a todos ahora que es humano", dijo el entrenador Steve Kerr después del partido. En 11 partidos durante enero, El Chef promedia 37.1% en tiros de campo y un 32.7% de triple. Es el peor momento de su carrera en cuanto a su efectividad y los Warriors lo sienten: Tras ser la segunda mejor ofensiva en las primeras seis semanas, pasaron a ser la 18° en diciembre y la 28° en enero.

Stephen Curry es el problema y la solución de los Warriors

La dura realidad de GSW es que no importa cómo juegue el resto, su éxito será definido siempre por el nivel de Steph. Podrán ser aceptables, pero si el #30 no juega bien, no tienen chances de ser realmente buenos. Mientras él falle, los Warriors fallarán.