Ahora, de la nada, lo que reyes de la National Basketball Association (NBA) tienen a otra cosa reinando su cabeza: La incertidumbre. El futuro de los Golden State Warriors está hoy más endeble que nunca desde que se convirtieron en la última gran dinastía de la liga.

Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green llegaron casi juntos a la NBA y parecían destinados a jugar juntos, por lo bien que se complementaban sus habilidades. Sin embargo, el único que tiene asegurada su estadía a largo plazo en los Warriors es Curry.

Previo al comienzo de la temporada, en el medio de una era de semi transición para la franquicia, se decidió la extensión de dos importantes piezas en el último anillo: Andrew Wiggins y Jordan Poole. Mientras que Draymond Green tiene una opción por un año más, no se han puesto de acuerdo para su renovación.

Klay Thompson y Warriors

Pero también está el problema que hay con Thompson, el otro Splash Brother. De acuerdo a lo que cuenta el periodista de ESPN, Zach Lowe, los Warriors “no mantuvieron conversaciones sustanciales” con el escolta francotirador sobre un nuevo contrato en esta temporada baja.

Klay no puede convertirse en agente libre hasta julio de 2024, y por eso Golden State tiene más tiempo para negociar con él. Pero con el tema de Green y los acuerdos ya hechos con Wiggins y Poole, se podrían estar viendo los últimos tiempos del trío que cementó a GSW en la cima de la NBA.