Solo 12 futbolistas saben lo que es ganar el Balón de Oro en el Siglo XXI. Antes del dominio absoluto dado entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, el premio al mejor jugador de la temporada se repartía casi en su totalidad a uno distinto año tras año. En el 2004, quien se quedó con el famoso trofeo individual fue Andriy Shevchenko, un futbolista que ya era una leyenda viva del Dynamo Kiev de Ucrania y posteriormente también se consolidó como un prócer del AC Milan y del Chelsea.
Sheva nació en el pueblo de Dvirkívshchina, que en su año de natalidad -1976- pertenecía a la Unión Soviética. Por cuestiones geográficas, cuando la URSS se disolvió pasó a conformar lo que hoy en Ucrania, y este es el seleccionado que representó durante toda su carrera profesional, siendo la máxima figura histórica de la nación a nivel futbolístico.
111 partidos en la Selección con 48 goles y capitaneando al equipo en su máxima proeza -llegar a cuartos de final del Mundial 2006- el delantero es sinónimo del seleccionado ucraniano. Su vida está tan ligada a Ucrania que tiene vínculo con la mayor tragedia que vivió su país a nivel histórico, el accidente de Chernobyl. Y en paralelo, así como trazó su nombre en las páginas más importantes de su país en lo futbolístico, en los clubes en los que jugó también dejó su huella imborrable.
Hoy en día, desde otro rol, sigue siendo parte vital de su Selección, siendo ni más ni menos que el Presidente de la Federación Ucraniana de Fútbol. Entre su retiro como jugador y esta labor, también hizo historia como entrenador del conjunto local.
Shevchenko, una de las tantas vidas afectadas por Chernobyl
El accidente nuclear de Chernobyl se dio el 26 de abril del 1986, cuando un error humano en una prueba en la que se simulaba un corte eléctrico en el reactor nuclear número 4 de la Central Vladimir Lenin causó la explosión completa de dicho reactor, causando el mayor incidente nuclear en la historia de la humanidad.
Más allá del epicentro del accidente, que se dio en la ciudad de Prypiat, todo el territorio sufrió -y sufre a día de hoy- las consecuencias del letal acontecimiento nuclear. En el caso de Shevchenko, el jugador tenía en ese entonces solo 10 años y vivía en la ciudad de Kiev, que se encuentra a solo 120 kilómetros de Chernobyl.
La nuba radioativa originada por la central nuclear llegó a la que es hoy la capital de Ucrania, y el propio Sheva ha contado en su libro autobiográfico lo que le tocó vivir en aquel fatídico 1986 durante su niñez, y las consecuencias posteriores que esto trajo en su vida y en la de sus cercanos.
Entre sus testimonios, Shevckenko reveló: “Yo tenía diez años. Me divertí como un loco jugando al fútbol en todas partes, me llevaron a la academia del Dinamo Kiev, pero luego explotó el reactor 4 y nos llevaron a todos. Aún siento angustia, llegaron autobuses de la URSS y nos llevaron a todos los niños entre seis y 15 años. Me vi a 1.500 kilómetros de casa y recuerdo vivirlo como si estuviese en una película“. Y esto no es todo, ya que ha tenido de cerca a la muerte debido a Chernobyl.
“En mi barrio empecé a tener cada vez menos. Murieron todos, no por radiación, sino por alcohol, drogas, problemas con armas… Las grietas en el muro de la URSS eran cada vez más grandes. El mundo que conocíamos se derrumbaba y mis amigos, como toda mi gente, ya no creían en nada y se perdieron. El amor de mis padres y el fútbol me salvaron“, señalaba el delantero en su autobiografía.
Sobreponerse a la adversidad
Más allá de su trágica infancia y la dura realidad de su país, Andriy Shevchenko superó todo tipo de expectativas sobre su carrera profesional, ya que si bien se lo venía como un futbolista con mucho talento, su recorrido por el fútbol terminó siendo uno de los más importantes en este siglo, coronando su pico personal con el Balón de Oro de 2004.
En Dynamo Kiev, club de sus amores y en el que se formó como profesional, Sheva es el máximo ídolo histórico y el quinto goleador en la lista general con 124 goles. En el AC Milan, en el que militó durante 8 temporadas, el delantero se convirtió en leyenda al ser el segundo máximo anotador histórico, el jugador con más goles en el Dérbi de la Madonnina frente a Inter y ganó cinco títulos. Entre ellos, la Champions League del año 2003. El resto de su carrera se desarrolló en Chelsea, donde también dejaría huella, aunque a menor escala.
Vida post retiro y su eterno vínculo con el fútbol
Luego de pasar de atravesar su carrera solamente en estos tres clubes, con dos ciclos en Milan y en Dynamo Kiev, Shevhenko se retiró en su país natal en 2012, solo semanas después de la Eurocopa que se disputó en Ucrania/Polonia y que tuvo a España como campeona, dejando atrás 771 partidos y 384 goles con su adiós a las canchas.
Pese a su despedida como futbolista, Sheva no pudo alejarse del deporte y se metió a realizar el curso de entrenador UEFA. En 2016 se estrenó como ayudante de campo en el seleccionado de Ucrania y posteriormente fue confirmado como entrenador principal. Tras el desarrollo de la Euro 2020, en la que clasificó a la Selección a cuartos de final, dimitió en su cargo y tomó las riendas del Genoa, en Italia.
Solo 11 partidos dirigidos y fue despedido, lo que lo llevó a Shevchenko a pararse en un nuevo rol más administrativo. Desde enero de este 2024 se hace cargo de la Federación Ucraniana de Fútbol como Presidente, confirmadno que su vida entera se encuentra ligada a la delegación de su nación.