Este domingo, desde las 17:30 horas, el fútbol argentino volverá a paralizarse por completo como consecuencia de un nuevo Superclásico. Sí, otra vez, Boca Juniors y River Plate se encontrarán frente a frente con el objetivo de tocar el cielo con las manos al ganarle una serie al rival de toda la vida. Un partido que acaparará la atención del mundo entero.

Por los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional de Argentina, el Xeneize y el Millonario chocarán con la Bombonera como escenario buscando el pasaje hacia las semifinales pero, paralelamente, mucho más que eso: clasificar en la cara del contrincante más acérrimo. Y lo harán con la notable supremacía de River desde el 2014 a esta parte.

Es que, desde la llegada de Marcelo Gallardo al banco de suplentes Millonario, River ha doblegado a Boca en nada más ni nada menos que cinco cruces de eliminación directa. De esa forma, los del barrio porteño de Núñez agigantaron la diferencia sobre el Xeneize en los mano a mano: acumulan 13 festejos y 5 caídas al cabo de 18 series.

Pero claro, cada partido es un mundo aparte y tanto River como Boca tienen argumentos de sobre para quedarse con la clasificación hacia la próxima instancia del mencionado certamen doméstico. Por ello, en esta oportunidad, hacemos un repaso por las 5 claves de los de Gallardo para ganarle nuevamente a los de la vereda de enfrente.

+Las 5 claves de River para ganarle a Boca:

El peso de los antecedentes

River festejando en la Bombonera en 2019. (Foto: Getty)

Aunque, como se ha dicho, cada partido es diferente al resto y sobre todo cuando se trata de un Superclásico, es inevitable que los antecedentes recientes no pesen sobre la cabeza de los jugadores. En los últimos años, River ha eliminado a Boca en cinco oportunidades y eso sobrevuela de forma constante: Sudamericana 2014, Libertadores 2015, Supercopa Argentina 2018, Libertadores 2018 y Libertadores 2019. Realmente brutal.

La figura de Marcelo Gallardo

Marcelo Gallardo, el DT más importante en la historia de River. (Foto: Getty)

Así como, en su momento, Carlos Bianchi fue una bestia negra para River, Marcelo Gallardo se ha transformado en un verdugo impiadoso para Boca. El Muñeco, fundamentalmente en el plano internacional y en los cruces de eliminación directa, se ha impuesto ante todos y cada uno de los entrenadores Xeneizes: Rodolfo Arruabarrena, Guillermo Barros Schelotto y Gustavo Alfaro. Los planteos del entrenador Millonarios en cada Superclásico marcan la diferencia.

Jerarquía individual

Armani, la muralla en el arco de River. (Foto: Getty)

River cuenta, en su plantel, con nombres propios de gran experiencia y que saben lo que es jugar esta clase de partidos. Hombres como Franco Armani, Jonatan Maidana, Milton Casco, Enzo Pérez, Leonardo Ponzio y Rafael Santos Borré son solamente algunos de esos futbolistas que tienen un peso específico imponente y que pueden marcar dierencias en cotejos donde se necesita mucha personalidad. En este aspecto, la ventaja de los de Núñez es clara.

Funcionamiento colectivo

River en la paliza contra Racing de este año. (Foto: Getty)

Más allá de los momentos, de los cambios y de algunas irregularidades, nadie puede negar que River tiene un funcionamiento colectivo totalmente aceitado. Le puede ir bien o mal, puede ser efectivo o no, pero el Millonario sabe a qué juega y tiene una idea muy marcada. Y este apartado, nada menor, ha pesado de forma ineludible en los anteriores cruces contra el rival de toda la vida. Por ello, Marcelo Gallardo espera pulir detalles para que, en esta ocasión, se repita la historia.

Lectura de juego

Enzo Pérez, uno de los técnicos dentro de la cancha. (Foto: Getty)

En la era de Marcelo Gallardo como director técnico de River, el Millonario se ha caracterizado por leer los momentos de los partidos. La intensificación de las tareas ofensivas, el uso de los laterales, los cambios e incluso las interpretaciones individuales dentro del campo de juego han sido una corriente para un equipo que se agranda en las situaciones límite y que crece cuando el contexto es adverso. Por ende, la confianza de los hinchas es absoluta.