Luego de confirmarse que la lesión de Exequiel Zeballos era más grave de lo pensado en los estudios realizados entre el miércoles a la noche y este jueves a primera hora, también se hizo oficial que el futbolista de 20 años debía ser intervenido quirúrgicamente para comenzar posteriormente con su recuperación, la cual demandará como mínimo tres meses, por lo que no volverá a las canchas hasta el próximo año.

Lógicamente, y si bien en las imágenes difundidas posteriores a la operación se lo vio de buen ánimo a Zeballos, una situación como la grave lesión que sufrió puede influir en lo anímico de un futbolista y más si se trata de una primera vez como es el caso del "Changuito", por lo que dos de sus compañeros de plantel decidieron ir a visitarlo y pasar un rato con él, para que sus primeras horas post operación sean más amenas.

De hecho, son dos jugadores de Boca con los que Zeballos tiene mayor cercanía, ya que se trata de Aaron Molinas, con quien compartió todo el proceso de inferiores, y Pol Fernández, quien no solo es referente del plantel, sino que también es el compañero de habitación del Chango en las concentraciones. 

Ambos volantes xeneizes se aparecieron en el Sanatorio de la Trinidad de San Isidro para compartir un rato con el juvenil santiagueño, mientras se confirmaba que el propio futbolista deberá pasar esta noche internado luego de la operación exitosa. Con mate en mano y la tarde libre tras regresar de Salta post victoria ante Agropecuario, Aaron Molinas y Pol Fernández tuvieron este enorme gesto con Zeballos. ¡Gran sentido de pertenencia!

Aaron Molinas y Pol Fernández en la Trinidad de San Isidro (Foto: Marcos Bonocore)

Aaron Molinas y Pol Fernández en la Trinidad de San Isidro (Foto: Marcos Bonocore)

+ ¿Cuál es la lesión de Zeballos?

El parte médico oficial de Boca arrojó que Zeballos "sufrió una lesión de la sindesmosis tibioperonea distal con lesión del ligamento deltoideo y avulsión del maléolo posterior del tobillo derecho", o dicho menos clinicamente, el "Changuito" tuvo la fractura de la unión entre la tibia y el peroné y para peor, quedaron involucrados los ligamentos de la zona, junto con el tobillo en sí. Algo que le demorará entre 3 a 4 meses como mínimo para regresar a las canchas.