La era de Sebastián Battaglia está escribiendo una nueva página y el Mundo Boca solo piensa en eso, pero es difícil olvidar el último ciclo de Miguel Ángel Russo. La primera elección de Juan Román Riquelme como vicepresidente fue elegirlo como entrenador y su segundo paso dejó dos títulos (y medio si contamos las 3 series de Copa Argentina). El flojo rendimiento en los últimos meses terminaron marcando su salida del club.

El DT optó por priorizar una sola cosa: el silencio. Pocos escucharon la voz del DT luego de su salida y su presente lo ubica en Arabia Saudita dirigiendo al Al-Nassr. Hoy, meses después, el campeón de la Copa Libertadores rompió el silencio y habló desde Riad para ESPN F90.

Si bien dejó en claro que está muy enfocado en su nueva vida, era inevitable que llegara alguna pregunta sobre el club de la Ribera. Para sorpresa de algunos, el entrenador fue muy concreto: "Hablo de mi presente y nada más. Si no hablé en su momento, no hablo ahora tampoco. Quiero ser muy claro con eso porque no pierdo el tiempo en otras situaciones".

Con el correr de la entrevista, el DT se fue soltando y se animó a emitir una opinión sobre el inolvidable bochorno ante Mineiro por la Copa Libertadores, que terminó con una polémica eliminación a Boca, incidentes con la policía y varios jugadores suspendidos. "Son situaciones que hay que vivirlas. Hay que estar. Yo sentí despojo. La experiencia indica que nunca me peleé con un jugador, ni un técnico, ni un dirigente. Siempre te peleás con los de seguridad. Esto ocurre siempre. Los chicos habían hecho mucho para seguir y se quedaron sin nada. No es lo que se debe hacer, pero ya está".

"Vivo de las situaciones, las analizo, me tomo mi tiempo, mi forma y sigo mi camino. Uno hace un análisis importante, por eso me mantengo en silencio. Hasta que no lo saco me quedo calmo, es mi forma de trabajo. Y me lo guardo para mí", cerró Miguel.