Más allá de la lesión de la que continúa recuperándose para volver de una vez por todas a ocupar un rol dentro del campo que el equipo necesita y mucho, en Boca tienen por estos días otro problema del que ocuparse en relación a Marcos Rojo.

El defensor que pasó por Manchester United y la Selección Argentina finaliza su contrato en diciembre y hasta el momento no hubo novedades respecto a las negociaciones que puedan llevar a la extensión del vínculo. Si en ese sentido parece quedar tiempo todavía, el apremio tiene que ver con que en solo 10 días, una vez que finalice el mes, este podrá comenzar a negociar en libertad de acción con otros clubes.

No hace mucho tiempo atrás, Rojo había dicho querer seguir un tiempo más en Boca, club en el que se siente muy a gusto. Pero después llegaron las lesiones que no solo podrían haber cambiado sus propias sensaciones sino también la de la dirigencia.

En ese sentido, tanto Juan Román Riquelme como todos en el Consejo de Fútbol consideran muy difícil encontrar en el mercado un futbolista de su misma jerarquía sin hacer una locura desde lo económico. Esto pensando en que una vez recuperado de la lesión pueda recuperar su anterior nivel. Toda una incógnita.

En el futuro inmediato, en el Xeneize parece haber otras prioridades relacionadas a la despedida del propio Juan Román Riquelme, el nuevo período de fichajes en el que se quiere dar con futbolistas de jerarquía para pelear la Copa Libertadores y el cierre de la Liga Profesional. Por todo ello es que las conversaciones con Rojo se han dejado para más adelante.

A nivel deportivo, la intención de Almirón es poder contar de regreso con el defensor para la última jornada de la fase de grupos de la Copa ante Monagas, que se disputará el próximo 29 de junio en La Bombonera, dos días antes que este pueda comenzar a negociar en libertad de acción.