Los Superclásicos siempre muestran mayor intensidad que el promedio de partidos en el fútbol argentino, pero el que se disputó este domingo en el Monumental superó los límites de la violencia y hubo tarjetas rojas por doquier en un final de escándalo. ¿El resultado? 1-0 para River gracias al penal que convirtió Miguel Borja. Boca, en tanto, reclama por la falta de sanciones para el Millonario durante el transcurso del compromiso.

La jugada que generó la reacción negativa de los jugadores del Xeneize fue posterior a la conversión del colombiano. Según pudo capturar la cámara exclusiva de ESPN, Agustín Palavecino le gritó el gol a los futbolistas rivales, especialmente a Sergio Romero, y a partir de allí fue una batalla campal con más de 15 partícipes.

Sobre esto se le consultó a Chiquito en conferencia de prensa. El arquero de Boca decidió dar la cara por sus compañeros y fue tajante a la hora de definir lo que ocurrió este domingo en Núñez. “Ellos con el entrenador anterior habían logrado que hablen muy bien de ellos. Ahora un jugador le grita el gol en la cara a un contrario, es una falta de respeto”, afirmó sin vueltas ante los medios.

Luego, Romero entró en detalle sobre el gesto de Palavecino. “No fui a pegarle, fui a agarrarlo de la cintura y decirle ‘¿qué estás haciendo? Andá a festejar con tus compañeros”, reveló uno de los referentes de Boca sobre el altercado que causó una lluvia de expulsiones por parte del árbitro Darío Herrera. La descripción de la frustración del plantel azul y oro, que quiere dar vuelta la página para intentar volver a la victoria contra Belgrano.