No fue un comienzo de semana para nada feliz el que vivió la Fiorentina enfrentándose al siempre poderoso Inter por una nueva fecha de la Serie A de Italia. Todo terminó 3-1 para la visita, gracias a los goles de Matteo Darmian, Edin Dzeko e Ivan Perisic. 

De igual manera, la imagen de dicho compromiso que dio la vuelta al mundo fue la de la expulsión de Nicolás González, el argentino que vio dos amarillas en cuestión de segundos por tener una actitud bastante infantil con el árbitro. 

El encargado de impartir justicia cobró una infracción que no le gustó nada a quien supo ser campeón de América en Brasil con la Selección Argentina hace poco tiempo, y al instante fue de manera prepotente a reclamar. 

Cuando lo amonestaron, decidió aplaudir de forma irónica al juez y de esa manera terminó yéndose a las duchas a los 78 minutos del partido, cuando la cosa todavía iba 2-1. En sus redes, se manifestó ya más tranquilo con un mensaje para los hinchas. 

"Quiero pedir disculpas a mis compañeros y a la afición por la situación de ayer en el partido, me dejé llevar por las emociones y la adrenalina del partido. Nuestro camino sigue y es muy largo", expresó.