A mediados de 2009, en el punto más alto del extraordinario Barcelona que comandaba Pep Guardiola, se realizó un mercado de pases muy prometedor pero que quedó en el recuerdo por ser todo lo contrario. El principal protagonista de esta historia es Keirreison de Souza Carneiro, que parecía ser la próxima estrella que iba a dominar la elite europea, pero no estuvo ni cerca de lograrlo.
En aquel año, el conjunto catalán venía de ser campeón de la UEFA Champions League y de todas las competiciones domésticas, que luego se convertiría en el primer equipo en conquistar un sextete. A ese plantel y en el mismo mercado de pases que llegó Zlatan Ibrahimovic, se sumó el brasileño por un desembolso total de 19 millones de euros. ¿El resultado? Absolutamente negativo.
Con una duración de 5 temporadas, estampó la firma de su contrato el 23 de julio pero solamente 5 días más tarde lo fichó Benfica. Esto tiene una clara explicación y es que Guardiola no lo pidió, sino que se trató de una ambiciosa negociación de la institución, pero el entrenador no dio el brazo a torcer por lo que el delantero debió buscar un nuevo destino para tener tiempo de juego.

Keirrison, ex futbolista brasileño, en su llegada a Barcelona
Como si eso no fuera suficiente, solo duró un semestre en el gigante de Portugal, donde disputó apenas un puñado de partidos. Inmediatamente, volvió a salir en condición de préstamo pero esta vez para vestir la camiseta de Fiorentina, en la que también apenas jugó seis meses. En total, estuvo un año en Europa y convirtió solamente dos goles en su corta etapa en el fútbol italiano.
Para llegar a Barcelona, Keirreison brilló en Palmeiras. Allí convirtió 66 goles en un año y medio, captó la atención de los gigantes del Viejo Continente y arribó a Cataluña. En esa transferencia millonaria hubo ciertas irregularidades, donde se vieron beneficiados el club paulista, Coritiba, la Agencia Traffic e intermediaros que fueron parte de las negociaciones con el elenco azulgrana.
Luego de su etapa en Europa, volvió a Brasil para vestir la camiseta de Santos y conquistó la recordada Copa Libertadores 2011 que tuvo a Neymar Júnior como la máxima figura. Posteriormente, estuvo una temporada en Cruzeiro y rápidamente volvió al club que lo transformó en profesional: Coritiba. Ahí anunció su retiro de manera inesperada, pero volvió a las canchas un año más tarde.

Keirrison, ex futbolista brasileño, celebrando su gol en Benfica. (Getty Images)
Después de exactamente un año sin club, firmó contrato con Londrina del ascenso brasileño y luego estuvo un semestre en Arouca de Portugal para regresar una vez más al equipo de sus amores. Se volvió a retirar en 2019 por un año y medio, pero volvió a jugar en el desconocido Palm Beach de Estados Unidos y a finales de 2021 se retiró definitivamente a los 32 años de edad.

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