Históricamente, Argentina ha sido uno de los países con mejor producción de futbolistas a lo largo y a lo ancho del planeta. No es casualidad que los equipos más importantes del mundo se fijen en dicho país, de forma primordial, a la hora de analizar refuerzos. Inclusive, desde Europa siempre se destaca el trabajo de los jugadores y también de los entrenadores argentinos.

La prueba clara de esta afirmación es que tres de los mejores jugadores de toda la historia son argentinos. Sí, tres hombres que son considerados por muchos como los más destacados de todos y tres futbolistas que no pueden faltar en ningún Top 5. Sí, nos referimos, por supuesto, a los gigantes Diego Maradona, Lionel Messi y Alfredo Di Stéfano.

Por ello, hacer un repaso destacando a los mejores 10 jugadores argentinos de toda la historia no es una tarea sencilla. Implica dejar afuera a muchísimos talentos que brillaron de principio a fin y que deleitaron a todos y cada uno de los amantes del deporte más hermoso del mundo. Pero claro, la subjetividad forma parte del juego y decidimos salir a la cancha.


Diego Armando Maradona

Diego Armando Maradona, inolvidable. (Foto: Getty)

Diego Armando Maradona, inolvidable. (Foto: Getty)

¿Qué escribir que no se haya escrito sobre él? Imposible representar con palabras lo que representó Diego Armando Maradona. Dueño de un talento, una personalidad y un carisma incomparables. Condujo a la Selección Argentina hacia el título en 1986, y, en medio de un contexto desfavorable desde todos los aspectos, llevó a la Albiceleste a la final en 1990, donde se quedó a las puertas de la gloria. También lo disfrutaron Argentinos, Boca, Barcelona, Napoli, Sevilla, Newell's y el mundo.


Lionel Messi

Lionel Messi en la Selección Argentina. (Foto: Getty)

Lionel Messi en la Selección Argentina. (Foto: Getty)

Considerado como el sucesor de Maradona desde sus comienzos. A pesar de esa carta, la Pulga se transformó en el máximo goleador histórico de la Selección Argentina, al mismo tiempo que se convirtió en el jugador más importante en toda la historia de un gigante como Barcelona, donde se encargó de romper prácticamente todos los récords habidos y por haber. 

 

Alfredo Di Stéfano

Alfredo Di Stéfano, la Saeta Rubia.

Alfredo Di Stéfano, la Saeta Rubia.

Nacido en Argentina pero posteriormente representante de España. Para muchos, también el mejor del mundo. Campeón con la Selección Argentina, con River Plate, con Millonarios y con Real Madrid. Bueno, en el Merengue fue más que campeón: una auténtica leyenda del poderoso elenco Merengue, donde se alzó, nada más ni nada menos, que con 18 títulos oficiales, entre los que se destacan cinco Copas de Campeones de Europa.

 

Mario Kempes

Mario Kempes, campeón del mundo en 1978. (Foto: Getty)

Mario Kempes, campeón del mundo en 1978. (Foto: Getty)

Representó a la Selección Argentina en tres ediciones de la Copa del Mundo, siendo figura y goleador en 1978, aportando una actuación inolvidable en la final contra Holanda. Durante su excelente trayectoria como jugador profesional también supo defender las camisetas de Instituto de Córdoba, Rosario Central, Valencia, River Plate, Hércules, First Vienna, Sankt Pölten, Kremser, Arturo Fernández Vial y Pelita Jaya.


Daniel Passarella

Daniel Passarella, defensor goleador. (Foto: Getty)

Daniel Passarella, defensor goleador. (Foto: Getty)

Lisa y llanamente, el mejor defensor argentino de toda la historia y uno de los mejores de todos los tiempos a nivel general. Sin ir más lejos, es el segundo defensor más goleador de los torneos de primera división del planeta, con 134 anotaciones en 451 partidos oficiales, solamente por detrás del holandés Ronald Koeman. Jugó tres Mundiales y fue campeón en 1978, además de maravillar a propios y extraños en Sarmiento de Junín, River Plate, Fiorentina e Inter de Milán.

 

Ubaldo Matildo Fillol

Ubaldo Matildo Fillol, un ícono del arco.

Ubaldo Matildo Fillol, un ícono del arco.

Otro representante del seleccionado argentinos en tres Mundiales, siendo completamente vital en la campaña que derivó en el festejo de 1978. Dueño de una capacidad técnica infernal y considerado como uno de los mejores arqueros de toda la historia. Fue campeón también en River Plate, Flamengo, Atlético de Madrid y Racing Club, además de desempeñarse en Quilmes, Argentinos Juniors y Vélez Sarsfield.

 

Gabriel Batistuta

Gabriel Batistuta, temible goleador. (Foto: Getty)

Gabriel Batistuta, temible goleador. (Foto: Getty)

Destructor de redes. Cuando le quedaba el arco en la mira, no fallaba casi nunca. Así fue como se transformó en el máximo goleador histórico de la Selección Argentina hasta que fue superado por Lionel Messi en 2016. Ídolo absoluto de Fiorentina, además de haber brillado en Newell's Old Boys, River Plate, Boca Juniors, Roma, Inter de Milán y Al-Arabi. En total se despachó con 300 anotaciones en 555 encuentros oficiales. Brutal.

 

Enrique Omar Sívori

Enrique Omar Sívori, una joya del fútbol argentino.

Enrique Omar Sívori, una joya del fútbol argentino.

Al igual que Di Stéfano, comenzó representando a Argentina pero luego se naturalizó italiano. Surgió de River Plate y fue protagonista de una de las ventas más recordadas en toda la historia del fútbol de dicho país sudamericano. Sin ir más lejos, el elenco Millonario construyó una tribuna gracias a su transferencia. Posteriormente se transformó en ídolo absoluto de Juventus, donde literalmente se cansó de ganar títulos.

 

Ricardo Bochini

Bochini en la Selección Argentina.

Bochini en la Selección Argentina.

Potrero puro. Uno de esos jugadores que ya no existen. Vistió durante toda su carrera la misma camiseta: la de Independiente, donde es el máximo ídolo histórico. Consiguió cuatro Copas Libertadores y fue el ídolo del mismísimo Diego Armando Maradona. Como si fuera poco, formó parte del plantel de la Selección Argentina que ganó la Copa del Mundo de México 1986.

 

 Juan Román Riquelme

Riquelme enfrentando a Real Madrid. (Foto: Getty)

Riquelme enfrentando a Real Madrid. (Foto: Getty)

Máximo ídolo en toda la historia de Boca Juniors. Poseedor de un talento diferente. Cerebral, pensante. Un paso adelante gracias a su inteligencia para contemplar absolutamente todo lo que sucedía en el campo de juego.  Su obra maestra tuvo lugar en la Copa Intercontinental del año 2000, cuando bailó a todo Real Madrid en un partido que terminaría catapultando al Xeneize hacia la gloria absoluta.