Empezó siendo un partido sin nada que destacar y con los dos equipos midiéndose estratégicamente pero sin atacarse ni realizar ninguna jugada de mayor peligrosidad. Así transcurrieron los primeros 45 minutos del Colón-Unión.
En el complemento, luego de medirse en la primera parte, el partido se volvió frenético, casi como si fuese otro encuentro. Tanto el Sabalero como el Tatengue salieron del vestuario en el segundo tiempo a matarse y dejar todo con tal de quedarse con el clásico de la ciudad de Santa Fe, el cual se disputó en el Estadio Brigadier Estanislao López de Colón colmado de hinchas sabaleros.
El local tomó la lanza y no dejó respirar a Unión en varias instancias del segundo tiempo, haciendo lucir al juvenil arquero Santiago Mele, quien reemplaza a Sebastián Moyano por su lesión. Sin mucha experiencia, se puso el traje de héroe para el Tatengue y evitó la caída de su arco con toda su humanidad, teniendo que frenar los ataques del Pulga Rodríguez y Lucas Beltrán, así como también de Ramón Ábila y Facundo Farías sobre el final.
Sin embargo, si hubo alguien que fue protagonista del juego, fue el árbitro. Néstor Pitana era el encargado de impartir justicia y su actuación no estuvo a la altura de un clásico, condicionando el resultado para ambos lados y no cobrando dos penales, además de una tarjeta roja por doble amarilla a Diego Polenta de Unión.
Ambos equipos siguen bien posicionados en la Copa de la Liga, ya que con el empate, Unión es momentáneamente el líder de la Zona A hasta que River, Defensa yRacing jueguen sus encuentros. El Sabalero, por su parte, sigue tercero en la Zona B pero puede bajar una posición si Boca gana en el Monumental mañana -domingo- a las 19. De todas formas, para ambos sus puestos entre los que por ahora son los clasificados a los “Playoffs” están asegurados una fecha más.