En un partido que rozó la agonía, Gimnasia y Esgrima La Plata dio el golpe y venció 2-0 a Barracas Central en los cuartos de final del Torneo Clausura, sellando así la llave más esperada: el cruce de semifinales será nada menos que ante Estudiantes, en la que promete ser la edición más caliente del clásico platense de los últimos años, con un lugar en la final en juego.
El Lobo supo sufrir de principio a fin. Tras un inicio friccionado, el VAR tuvo que intervenir para convalidar el tanto de Panaro, a los 24 minuts, que abrió la cuenta, luego de una fina revisión. A partir de allí, Barracas se adueñó del trámite y acorraló a Gimnasia, exigiendo al máximo a Insfrán, que se mostró firme bajo los tres palos, sumado a que estrelló un balón en el palo.
La segunda etapa fue una oda al aguante. El Guapo, con más garra que fútbol, insistió en los envíos aéreos ante un Gimnasia que se replegó en campo propio, perdiendo la pelota y buscando desesperadamente el contragolpe. El ingreso del experimentado Pata Castro le dio el oxígeno necesario al equipo y, sobre el final, llegó la chance de liquidarlo.
Luego de que el travesaño lo salve nuevamente al Lobo, Franco Torres se vistió de héroe. El delantero quedó mano a mano, encaró a Miño, lo gambeteó con frialdad y definió de zurda para asegurar el 2-0 que desató el delirio en el banco tripero. Con el pitazo final, Gimnasia no solo aseguró su boleto a semifinales, sino que desató la fiebre en la ciudad de las diagonales: el próximo fin de semana, La Plata se paralizará para vivir el clásico más trascendental en décadas.
