La salida de Maximiliano Salas generó muchísimo enojo dentro del mundo Racing, no porque emigrara hacia River, sino por el momento en el que se encuentran ambos equipos, principalmente en el plano internacional, donde son potenciales rivales en una hipotética final de la Copa Libertadores.
Los hinchas no perdonan la decisión de Salas, a quien le dedicaron un pasacalle en la previa al compromiso contra Barracas Central y también cantaron dentro del estadio que “el que no salta es un traidor”. A pesar de que la operación ya quedó algo en el tiempo, a Francisco Maciel le consultaron por lo que ocurrió.
Panchito logró el tan celebrado título del Apertura 2001, con el que la Academia cortó una sequía de 35 años sin alegrías en el plano local, y quedó en la historia de la institución de Avellaneda. Desde su mirada de futbolista, a pesar de que se retiró en junio de 2008, indicó que “si uno se pone del lado del jugador, hay que entender que se mató por esta camiseta”. Y remató: “Dejó todo y fue campeón. En cada partido se veía la entrega que tenía”.
A través de una charla con Infobae, el ex Almagro, Real Murcia y Huracán exclamó: “Creo que le llegó una oportunidad, que para él era mejor, y como profesional es respetable“. De hecho, analizó la opinión de los hinchas: “Mucha gente me dice que estuvo mal, pero hay que estar en su lugar. La carrera de un futbolista es muy corta: puede sufrir lesiones o tener diez partidos que no le vaya bien y todo puede cambiar”, resaltó.
Francisco Maciel durante su etapa en Racing. (Foto: Instagram @panchomaciel)
Maciel, de 47 años, también expresó que el hincha recibirá a Salas con “muchos chiflidos” cuando regrese al Cilindro de Avellaneda. Pero también encontró positiva su salida desde lo económico para Racing: “La operación dejó un muy buen dinero para la institución”, y pidió que lo recuerden con cariño, aunque cueste: “Hay que quedarse con lo bueno que le dio al club. Fue un jugador muy interesante en la historia de Racing”, cerró.
El paso de Francisco Maciel por Racing
Luego de su paso por Almagro, a donde llegó en 1998 y emigró en 2001, se puso la camiseta de Racing. En la institución de Avellaneda no solo logró el título del Apertura con el equipo dirigido por Reinaldo Merlo, sino que también afrontó un total de 55 partidos, anotó un gol y aportó cuatro asistencias.
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