Lionel Messi transita sus últimos años como futbolista profesional mientras intenta batir su últimos récords y conquistar más títulos con Inter Miami y la Selección Argentina. Tras una carrera completa de comparaciones con Diego Armando Maradona, el rosarino se ganó un lugar indudable en la mesa del de Fiorito y las otras leyendas de este deporte.
A los 37 años, Messi cosecha lo que sembró en los últimos 20 años y percibe uno de los salarios más importantes del planeta en el combinado de la MLS. Además de elevados acuerdos con sponsors y cláusulas para permanecer como socio de las Garzas después de colgar los botines, la Pulga se lleva una fortuna por su vínculo con Inter Miami.
Según confirmó Forbes, Messi recibe 65 millones de dólares por cada año de contrato con el club de la Florida. Una suma incluso distante a lo que pueden pagarles a sus estrellas los principales equipos de Europa.
Pero si hablamos de mover dinero, Maradona en su época supo hacer gastar de a millones en sus clubes. Tras su estelar debut en Argentinos Juniors y llegada ya como estrella a Boca Juniors, el Pelusa se convirtió en el fichaje más caro de la historia, en ese momento, con su traspaso a Barcelona.
En el combinado catalán, el campeón del mundo en México 1986 percibió su primera gran fortuna en el fútbol. El culé desembolsó poco más de 8 millones de dólares para sacarlo del Xeneize, pero también hizo una gran inversión salarial para poder contar con el astro.
En Barcelona, Maradona pasó a cobrar 3,5 millones de dólares por temporada a lo largo de las dos campañas en las que vistió la camiseta del club catalán. Esta cifra es casi 5 veces mayor a la que percibió en Boca como su salario asegurado antes de dar el salto al viejo continente.
De Boca a Barcelona: el revolucionario pase de Maradona
Tras consolidarse como una promesa mundial con la camiseta del Bicho, Maradona vistió la camiseta de Boca en 40 compromisos en los que anotó 28 goles. Su figura y salario ya quedaban grande incluso en el Xeneize, que debió hacer en 1982 una gira de amistosos para poder costear su sueldo de 60 mil dólares mensuales.
Barcelona llevaba 5 años siguiéndolo de cerca y con el anhelo de ficharlo, pero la dictadura militar que dirigía a Argentina en esos años presionaba para que el de Fiorito se quedara en el país. Finalmente, y tras un semestre de preparación para el Mundial de 1982, el primero que disputó, fue presentado en el culé en agosto de ese año.
Barcelona pagó poco más de 8 millones de dólares por su pase. Argentinos Juniors recibió el 80% y Boca, el 20% restante. El traspaso fue de tal magnitud, que fue casi el doble de lo que pagó Vicenza a Juventus por Paolo Rossi en 1976, hasta ese entonces el pase más caro de la historia.
Los 8 millones de dólares, actualizados a 2025 por la inflación de la moneda, serían alrededor de 26 millones. Hay que destacar que el fútbol fue creciendo exponencialmente en las últimas décadas y hoy se manejan números exorbitantes. Ya no es extraño ver que clubes desembolsan 9 cifras por estrellas del momento.
Lo cierto es que la apuesta de Barcelona en 1982 fue inédita, la más alta entonces. Las expectativas eran grandes, así como también las críticas en Cataluña por la cifra invertida. Una hepatitis en la primera temporada y una fractura en la segunda no le permitieron desarrollar todo su potencial con la blaugrana, aunque no dejó dudas al marcharse a Napoli, batiendo otro récord de transferencia, y luego con la Selección Argentina.

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