A la mayoría de los boxeadores les motiva e impulsa la idea de convertirse en campeones mundiales tener en su haber un cinturón, es uno de sus principales sueños, pero al parecer a Jared Anderson no le importa.
"No siento que necesito ser un campeón indiscutible o un campeón mundial", reveló Anderson recientemente a la promotora Top Rank Boxing.
Con 23 años, dejó un mensaje coherente, pese a tener el movimiento y los reflejos de un peso mediano, cuenta con el poder de encajar perfectamente con el resto de sus contemporáneos en peso pesado.
Su combinación única le permite hacer que crean que cuanto antes Anderson se situará en la cima de la montaña de peso pesado y conquistar un puñado de títulos.
Pero Anderson en innumerables ocasiones ha reiterado que no está enamorado del deporte del boxeo. Por el contrario, ve el deporte como un medio para lograr un fin y, a diferencia de otros boxeadores, está concentrado en acumular ceros al final de su salario.
Incluso, ya Anderson tiene fecha para colgar los guantes, a los 27 años, tiempo en el que calcula tener su cuenta repleta de dinero. Aunque algunos no estén de acuerdo, Anderson no les da mayor importancia.
"No necesito validación para saber quién soy", sentenció.